Para evitar un calentamiento global mayor a 1.5º, es necesario que a nivel mundial se añadan ocho terawatts (TW) de capacidad de energías renovables con horizonte a 2030, de acuerdo con estimaciones de la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena, por sus siglas en inglés).
Para lograrlo, el organismo internacional aseguró que es necesario crecer, coordinar y mejorar la accesibilidad a estas tecnologías, especialmente a los países en desarrollo.
Además, consideró que es necesario concertar acuerdos internacionales que permitan establecer estándares mínimos de rendimiento energético para electrodomésticos de alto consumo. El objetivo, añade, es reducir los costos y las emisiones, al recortar la demanda de energía.
Por otra parte, es necesario aumentar la disponibilidad y la asequibilidad del hidrógeno azul y verde. La prioridad es que gobiernos y empresas trabajen en conjunto para crear mercados con más espacio para este elemento químico, incluso a través de compromisos de compra.
Para estimular este mercado, es necesario que las empresas y países se alejen de la producción basada en combustibles fósiles en sectores donde hay alta disposición de hidrógeno.
En lo relativo al transporte por carretera, Irena señala que es urgente que los países y los fabricantes alineen las fechas objetivo para que todos los vehículos nuevos que se ensamblen sean de cero emisiones, para cambiar la inversión más rápidamente hacia las nuevas tecnologías y acelerar su reducción de costos.
Otro de los sectores en la mira es el siderúrgico, pues Irena señaló que es necesario que aumente la producción de acero con emisiones cercanas a cero.
Finalmente, detalla que en agricultura, una prioridad inmediata para la colaboración internacional debe ser mejorar el acceso a la financiación para los pequeños agricultores en los países en desarrollo, aumentando el flujo de financiación pública y su influencia sobre la financiación privada.
Esto es necesario tanto para reducir las emisiones como para aumentar la productividad y la resiliencia. Las prácticas agrícolas actuales están agotando los recursos naturales y contribuyendo con más de una quinta parte de las emisiones globales, por lo que es necesario revertir la tendencia.