A un año de que inició la guerra, el mercado de materias primas es “más fuerte y flexible” de lo que se esperaba, al ajustarse a las nuevas circunstancias bélicas en Europa del Este, destacó Gabriela Siller, directora de Análisis de Grupo Financiero Base, quien a pesar de ello, no descarta una crisis energética en este año.
A través de un análisis, la especialista recordó que ya pasó un año desde que el ejército ruso entró a Ucrania e inició la invasión a gran escala, lo que elevó la incertidumbre en el mercado de materias primas y llevó al precio de algunos commodities a alcanzar máximos históricos en los días posteriores.
Asimismo, se observó un reacomodo en el comercio global de materias primas, provocando que los commodities rusos fueran desviadas a países como China e India.
El conflicto entre Rusia y Ucrania tuvo lugar el 24 de febrero de 2022, y desde ese momento, algunos efectos comenzaron a suceder.
Por ejemplo, la analista destaca que China es uno de los principales beneficiarios de la guerra, ya que ha obtenido acceso a materias primas más económicas de origen ruso.
Además de que Estados Unidos y otros los países de Occidente lograron su objetivo con las sanciones.
Riesgos en el mercado de energéticos
Para Siller, en el sector energético, persiste el riesgo de una crisis, a pesar de que las fluctuaciones de precios en Europa se han moderado.
En 2022 y los primeros meses del 2023, los precios del gas natural en Europa se han reducido debido a: un menor uso de electricidad, la acumulación de inventarios desde el verano del 2022 y un invierno más cálido de lo esperado.
Sin embargo, las condiciones del clima cálidas en el hemisferio norte pueden ser una señal temprana de sequías durante el verano, lo que podría elevar la demanda de electricidad para el uso de aires acondicionados que a su vez provoquen disrupciones en la producción de energía renovable.
Lo anterior también podría ocasionar presiones al alza en los precios de gas para la generación de electricidad a mediados del 2023.
Por su parte, la crisis energética en China derivada de la reducción del uso de carbón para la producción de electricidad, sigue causando escasez de energía eléctrica, lo que ha llevado al país a reducir la producción de metales industriales en algunas regiones.
Por lo anterior, Siller advirtió que no se puede descartar una crisis energética, sobre todo si la demanda se incrementa de forma significativa durante el verano del 2023.
Efectos de la guerra en Occidente
De acuerdo con el análisis de Grupo Financiero Base, uno de los efectos es que se redujo el flujo de divisas percibido por Rusia por concepto de exportaciones de commodities, afectando los ingresos del país.
Asimismo, los mercados globales de materias primas se han mantenido abastecidos, evitando una crisis en el sector.