Algunos en Petróleos Mexicanos (Pemex) están muy despreocupados compartiendo memes en vez de preparar los llamados “libros blancos” para tenerlos listos en el momento de la entrega-recepción que se hace en cada cambio de administración.
Entre escritorios y archiveros hay un ambiente de relajación porque no hay necesidad de preocuparse por poner la casa en orden, según se comenta, ante el rumor de que quedaría como próximo timonel de la petrolera rescatada nada más ni nada menos que Marcos Herrería Alamina, actual director corporativo de Administración y Servicios.
Octavio Romero Oropeza, el director general en funciones, pasaría la estafeta a Herrería, su mano derecha, quien en repetidas ocasiones ha sacado la cara cuando las cosas se ponen complicadas con los espantosos adeudos de Pemex con sus proveedores, o en adquisiciones que en ocasiones resultan cuestionables.
El punto es que, a poco más de dos meses de que concluya el sexenio, a la tropa que le toca recopilar y ordenar toda la información para preparar la entrega de Pemex no le han pedido nada “los de arriba”. A eso le llamamos “continuidad”, lo demás son chistes.
Órganos reguladores, cabeza fría
Podría ser que el llamado Plan C va a tener algunas modificaciones de última hora, según se está viendo.
Nos comentan que algunas voces más moderadas del equipo de Claudia Sheinbaum le están aconsejando que se tome con calma el asunto de la desaparición de los órganos reguladores autónomos porque, de hacerlo, le saldría contraproducente en su administración.
Con la cabeza más fría, algunos asesores han dicho a la futura presidenta que toda la reingeniería administrativa que implicaría la absorción en la Secretaría de Energía de la Comisión Reguladora de Energía y la Comisión Nacional de Hidrocarburos, por mencionar solo los del sector energético, le tomaría casi todo su sexenio y no lograría consolidar los planes del llamado Segundo Piso de la Cuarta Transformación. Ahora, agregue usted al IFT, la Cofece, el INAI y demás organismos sentenciados.
De ser verdad lo anterior, el gobierno de Sheinbaum estaría lanzando una muy buena señal a las tan necesarias inversiones presentes y por venir que su mismo equipo ha reconocido que urgen. Está bien eso, pero para nosotros la pregunta es, ¿ella escuchará?
De mujer a mujer
Y ya que hablamos de Claudia Sheinbaum, queremos compartir con usted una reflexión. Claudia será la primera presidenta en toda la historia de México; aunado a ello, de resultar la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, como la candidata por el partido Demócrata para la presidencia de ese país, estaríamos viendo otro hecho histórico: la relación entre ambas naciones sería de mujer a mujer.
Como usted seguramente ya sabe, este fin de semana el actual presidente norteamericano Joe Biden declinó su candidatura para un segundo periodo. Los demócratas están analizando si designarían como abanderada a Harris o a Michelle Obama, ex primera dama; sin embargo, al parecer, la balanza se inclinaría por la primera.
Las agendas de la mexicana y la estadunidense podrían no ser tan diferentes. Para su candidatura, Sheinbaum desempolvó sus viejas glorias como científica en temas ambientales y promotora de las energías renovables por allá de los años noventa, mientras que Harris estuvo al lado de Biden impulsando la “agenda verde” en la Unión americana. Lo que las distinguiría sería, en todo caso, la ideología y qué tanto la mexicana de veras continuaría con las políticas energéticas basadas en los fósiles de su antecesor.
En fin. No hay nada escrito aún y mucho dependerá del resultado de las elecciones en Estados Unidos. Si gana Trump, Sheinbaum podría tener muy complicados sus primeros años de gobierno en la relación bilateral.