La aldea petrolera global se ha ido adaptando y creado una nueva dinámica de relación entre clientes y proveedores después de la pandemia, provocando cambios y transformaciones en la forma de desarrollar negocios.
Los problemas que afectan a la industria de servicios son globales con implicaciones domésticas. El impacto de esta pandemia en la economía y las actividades ha cambiado la señal en el radar creando diferentes retos y necesidades en las empresas operadoras y de servicios.
La industria tiene el reto fundamental de ir desvaneciendo la imagen depredadora generada por los efectos ambientales y demostrar que sí existe actitud y planes concretos con resultados medibles, los cuales permitan ver su gran responsabilidad en el cambio climático. En este sentido, la tecnología seguirá jugando un papel diferencial, creando las vías para eliminar el venteo y quema de gas y la generación de CO2, considerados estos responsables del incremento en la emisión de gases de efecto invernadero.
El control del virus que se ha logrado hasta el momento y la obligación de crecimiento económico ha reactivado la necesidad de energía fósil, impulsando el reinicio de actividades de las empresas operadoras y de servicios en las diferentes regiones del mundo, ocasionado un cambio importante de perspectiva y proyecciones en el mercado de los servicios.
La demanda generada por el crecimiento económico ha permitido abrir las llaves de la oferta de crudo y productos. Asimismo, la decisión de la OPEP de aumentar gradualmente su producción ha contribuido a crear más optimismo como consecuencia del impacto que tiene en las operaciones de exploración y producción, las cuales requieren más servicios de perforación y logística, entre otros. Estas situaciones han cambiado la proyección y pronósticos del negocio de los servicios que se perciben de una manera diferente a pesar del discurso continuo sobre la transición energética.
Aún no existe claridad ni comprensión acerca del legado que dejará la confrontación Rusia-Ucrania en el tema de la oferta energética, pero sin duda podríamos tener un manual diferente a seguir en tiempos inmediatos, dado el impacto que tiene Rusia con una producción que supera los 11 MBPD.
Este nuevo contexto reforzará las estimaciones y pronósticos de las necesidades de servicios en los próximos años, obligando a las empresas a evaluar cuidadosamente esta nueva realidad, ya que estas colocarán su capital en aquellos países que les den mejores opciones para la captura de valor y la recuperación de su inversión.
Esta situación pone sobre la mesa el tema de la competitividad y también crea retos interesantes para la industria, la cual requiere que las empresas adapten sus modelos de negocio a las realidades específicas de cada país, es decir, fortalecer su alma global y reforzar su corazón doméstico.
“La incertidumbre vivida e intensificada con el conflicto en Ucrania ha motivado a varios países a revisar la situación de sus empresas nacionales”.
La incertidumbre vivida e intensificada con el conflicto en Ucrania ha motivado a varios países a revisar la situación de sus empresas nacionales, rescatando la importancia de estas como proveedoras de energía internas o domésticas, buscando fortalecer la cadena de suministro nacional, con el apoyo de las empresas internacionales de servicios. Por esta y otras razones, estas empresas deben seguir enfatizando la importancia de la tecnología para llegar a campos que se ubican en lugares difíciles de acceder, como los yacimientos de Alta Presión y Alta Temperatura (HP/HT), y otros ubicados en el mar, debajo de tirantes de agua cada vez más profundos, y más recientemente, los de lutitas o esquistos (shales) como nuevas fuentes de reservorios no convencionales.
Por lo tanto, las tecnologías, desde el diseño de equipos adecuados para propósitos específicos –trajes a la medida– hasta la logística para apoyar las operaciones de perforación y producción, desempeñarán un papel fundamental, incluidas las nuevas tecnologías para la automatización y las operaciones remotas. Será de suma importancia contar con gente con las habilidades requeridas para manejar estas nuevas tecnologías y operaciones más complejas y de mayor riesgo, razón por la cual el desarrollo de talento es un tema esencial.
En el caso de México, la empresa petrolera nacional ha sido fortalecida por la actual administración y ha venido trabajando intensamente con la intención de mantener la producción y agregar nuevas reservas que le permitan incrementar sus barriles frescos. La incorporación de los recursos provenientes de yacimientos complejos de explotar, debido a la naturaleza de sus formaciones (tight reservoirs), ubicados en la región norte del país, representan una gran oportunidad y la industria de servicios ya dispone de las tecnologías probadas e implementadas en otros países para lograr una intervención de estos pozos, con el máximo control y excelencia operativa, minimizando cualquier riesgo ambiental.
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