La Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) emitió un decálogo de recomendaciones para que la Unión Europea reduzca su dependencia del gas proveniente de Rusia, que el año pasado representó alrededor de 40 por ciento del abasto para la región.
De acuerdo con datos del organismo internacional que agrupa a más de una treintena de países y es liderado por Estados Unidos, el año pasado la Unión Europea importó 155 mil millones de metros cúbicos de este combustible de Rusia, lo que representó 45 por ciento del total del las importaciones europeas.
Entre las acciones recomendadas por la IEA para reducir un tercio la compra de gas a Rusia, se incluye no firmar nuevos contratos con Rusia; maximizar los suministros provenientes de otras fuentes, así como acelerar el despliegue de la energía solar y eólica, y aprovechar fuentes de energía bajas en emisiones como la nuclear o las renovables.
En este mismo sentido, la IEA señaló que seguir estos pasos permitirán eliminar hasta 50 mil millones de metros cúbicos de importación, lo que significa un tercio del gas que se consumió en 2021 proveniente de este país.
El organismo internacional añadió que la región también tiene espacio para reducir su uso de gas al incrementar el consumo a través de la generación de carbón, o bien, con combustibles alternativos como el petróleo.
Los 10 puntos para reducir la dependencia al gas de Rusia
- No firmar ningún nuevo contrato de suministro de gas con Rusia.
- Reemplazar los suministros rusos con gas de fuentes alternativas.
- Introducir obligaciones mínimas de almacenamiento de gas.
- Acelerar el despliegue de nuevos proyectos eólicos y solares.
- Maximizar la generación de energía a partir de bioenergía y nuclear.
- Promulgar medidas fiscales a corto plazo sobre las ganancias inesperadas para así proteger a consumidores de altos precios.
- Acelerar el reemplazo de calderas de gas por bombas de calor.
- Acelerar las mejoras de eficiencia energética en los edificios y la industria.
- Fomentar la reducción temporal de termostato de 1°C por parte de los consumidores.
- Intensificar los esfuerzos para diversificar y descarbonizar las fuentes de flexibilidad del sistema eléctrico.