(Modelo del MethaneSAT. Fuente: MethaneSAT)
A las 16:00 horas, tiempo de la Ciudad de México, de este lunes fue lanzado el satélite artificial MethaneSAT, artefacto desarrollado por el Environmental Defense Fund (EDF), diseñado para la ubicación y monitoreo de las fugas de gas metano en instalaciones de extracción de hidrocarburos y transporte por ductos en todo el mundo.
El EDF informó que a las 16 horas, o 14:00 h del Pacífico, el cohete Falcon 9 SpaceX llevó al satélite hacia el espacio, con la finalidad de que, mediante los datos que recabe, contribuya a la lucha contra el cambio climático.
“Su enfoque principal es el monitoreo de las emisiones de los operadores de petróleo y gas alrededor del mundo, la mayor fuente industrial de emisiones globales de metano”, dijo el Fondo en un comunicado emitido este día.
Explicó que MethaneSAT ayudará a ubicar fuentes de metano en zonas que hoy no cubren los satélites tradicionales y a calcular las emisiones totales del gas de amplias regiones.
Agregó que los datos del satélite permitirán a las empresas y a los órganos reguladores del mundo a dar seguimiento a las emisiones, a la vez que reiteró que el acceso a esta información será gratuito y casi en tiempo real.
“Reducir la contaminación por metano procedente de la explotación de combustibles fósiles, la agricultura y otros sectores es la forma más rápida de desacelerar el ritmo de calentamiento mientras seguimos descarbonizando nuestros sistemas energéticos”, declaró Fred Krupp, presidente de EDF.
“Para ello se necesitan datos exhaustivos sobre esta contaminación a escala global. MethaneSAT nos mostrará las dimensiones que tiene esta oportunidad rastreando las emisiones hasta su fuente”, añadió.
El EDF igualmente expuso que MethaneSAT girará alrededor de la Tierra 15 veces al día y medirá cambios en las concentraciones de metano en la atmósfera de una magnitud tan pequeña como tres partes por mil millones.
Su alto grado de sensibilidad, resolución y amplio campo de visión permitirán a MethaneSAT ver el panorama completo de las emisiones a nivel global, apuntó.
“El super poder de MethaneSAT es la capacidad de medir con precisión y alta resolución los niveles de metano en zonas amplias, incluyendo las fuentes difusas más pequeñas, responsables de la mayoría de las emisiones en muchas regiones. Saber de dónde vienen las emisiones de metano y en qué cantidades, es esencial, afirmó Steven Hamburg, científico jefe de EDF y director del proyecto MethaneSAT.
El Fondo recordó que los datos interactivos sobre emisiones serán accesibles para cualquier persona desde:
En diciembre, EDF se unió a Bloomberg Philanthropies, la Agencia Internacional de la Energía y el Observatorio Internacional de Emisiones de Metano del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en una nueva iniciativa —la primera de su tipo— para que las empresas y los gobiernos rindan cuentas de su gestión del metano.
“Los datos de este satélite nos ayudarán a medir mejor las emisiones de metano y a localizar sus fuentes, aportando más transparencia al problema, lo cual ofrece a las empresas y a los inversionistas la información para la toma de decisiones y empoderar al público para exigir las acciones necesarias para reducir emisiones”, declaró Michael R. Bloomberg, Enviado Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la Ambición y las Soluciones Climáticas y fundador de Bloomberg LP y Bloomberg Philanthropies.
(Áreas objetivo del MethaneSAT. Fuente: MethaneSAT)
Más de 150 países han firmado el Compromiso Mundial contra el Metano para reducir sus emisiones colectivas de metano al menos un 30 por ciento respecto a los niveles de 2020 para 2030. En la COP28, más de 50 empresas anunciaron la Carta de Descarbonización del Petróleo y el Gas, comprometiéndose a eliminar las emisiones de metano y la quema rutinaria.
Además de EDF, entre los socios de MethaneSAT se encuentran la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Harvard, el Observatorio Astrofísico Smithsonian y la Agencia Espacial Neozelandesa. El equipo de la misión cuenta con más de 70 expertos de todo el mundo con experiencia en vuelos espaciales, teledetección y análisis de datos.
El satélite fue construido en Colorado por la unidad Space & Mission Systems de BAE Systems, Inc. (antes Ball Aerospace) y Blue Canyon Technologies.