Quien no quiso decir lo que dijo pero se entendió justo como lo dijo fue el titular de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
Resulta que el comisionado presidente del organismo, Agustín Díaz Lastra, tuvo una participación en el Congreso Nacional Petrolero, organizado la semana pasada por la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (AMEXHI) que comanda Alberto de la Fuente.
En su discurso, el comisionado urgió en la necesidad de realizar más exploración petrolera en México, un asunto en que han insistido la industria, la academia y analistas de todos los colores. En el desarrollo de su mensaje involucró temas ambientales, pero al parecer se le enredaron las palabras y, como al Chavo del Ocho, se le chispoteó decir que contaminan más los automóviles que las actividades exploratorias y de extracción de hidrocarburos. Bueno, al menos es lo que la gran mayoría de los presentes entendió.
Nos comentan que en realidad eso no es lo que quiso decir, sino destacar que hay que tomar medidas para reducir emisiones también del lado del consumo. O algo así.
En fin, quizá lo mejor sea llevar un discurso escrito a este tipo de eventos para evitar bochornos. Solo es un consejo.
Carso, pulir el oro de la Faja
Grupo Carso de Carlos Slim tendrá como tarea la recuperación de plataformas petroleras que quedaron “abandonadas” en el litoral de Veracruz, según informó el presidente de la República hace unas semanas. Una inversión de 2 mil millones de dólares, nada más.
La zona corresponde a la parte marina de la llamada “Faja de Oro”, aquella que dio mucho petróleo a principios del siglo pasado en operación de empresas privadas y que Pemex luego abandonara por el descenso en su producción. Se intentó activar esos campos, el 1 y 3, en la primera licitación de la ronda 2, pero ninguna operadora se interesó.
En Pemex nos han dicho que en realidad no hay mucho qué sacar de esos campos maduros, así que la rehabilitación de las plataformas no tendría sentido, al menos comercial.
Por otra parte, Carso junto con la portuguesa y multi-beneficiada con contratos durante la presente administración, Mota-Engil, tendrá además el proyecto de una planta de fertilizantes cerca de Poza Rica, en la entidad veracruzana, para aprovechar el gas proveniente de la recuperación de Cantarell. Esperemos que de ahí sí haya algo que sacar.
El legado para Claudia
Quedan 13 días del gobierno del presidente de la República. El mandatario se dijo satisfecho con su trabajo durante estos seis años. Desde su perspectiva, dejó caminando sus tres obras emblemáticas, incluida la refinería Olmeca, y sentó definitivamente las bases para el nuevo modelo de Estado en lo que él siempre ha llamado “la cuarta transformación” de la vida pública del país, esto con la aprobación, promulgación y publicación de las reformas al Poder Judicial de la Federación.
En materia de energía, a Claudia Sheinbaum Pardo solo le deja el pendiente de terminar el asunto de la desaparición de los organismos constitucionales autónomos (OCA), entre ellos, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH). Algo fácil considerando la tan polémica sobrerrepresentación que alcanzó el partido oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados en el Congreso de la Unión.
Aparentemente Sheinbaum se sienta en la Silla con la mesa servida, solo para que ella implemente sus propios proyectos que, según han dicho ella misma y su futuro secretario de Economía, Marcelo Ebrard Casaubón, van de la mano de las inversiones privadas.
Y justo eso es parte del legado que le deja su antecesor: incertidumbre jurídica que difícilmente convencerán a alguien para invertir. El presidente saliente, ¿también se sentirá satisfecho de eso?