En la rebatinga por ver quiénes quedarán como presidentes de las distintas Comisiones al interior de la Cámara de Diputados y del Senado de la República no pasó desapercibido el nombre de Laura Itzel Castillo Juárez, quien se encargará de los asuntos de energía en la Cámara alta.
Y es que la hija del Ing. Heberto Castillo Martínez, heredó de su padre los ideales de izquierda que han encontrado buen terreno fértil en la cuarta transformación, ahora que está por iniciar el segundo piso de la misma con Claudia Sheinbaum Pardo.
Ahora bien, Laura Itzel, de profesión arquitecta, ha tenido responsabilidades en la administración pública y ha sido igualmente diputada federal, perteneciendo precisamente a la Comisión de Energía en San Lázaro. En sus distintas intervenciones se ha pronunciado por el fortalecimiento de Pemex como empresa clave para la soberanía nacional, muy en la línea de las administraciones que termina y la siguiente.
Desde 2020 se desempeña como consejera independiente en Pemex, para lo cual ha contado con la asesoría de Víctor Rodríguez Padilla, próximo titular de la petrolera.
Los trabajos del nuevo Pemex
En Pemex ya preparan todo para la entrega-recepción. El equipo de Octavio Romero Oropeza está pasando todas las carpetas personalmente al próximo titular de la petrolera, Víctor Rodríguez Padilla.
Desde hace algunos meses ha habido visitas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que comanda Rogelio Ramírez de la O, principalmente a partir de que fuera ratificado por la futura presidenta, para ver el estado de las finanzas de la empresa.
No causará sorpresa a Rodríguez Padilla la enorme deuda de Pemex, especialmente con sus proveedores, un tema que seguramente están considerando en el equipo financiero de Claudia Sheinbaum Pardo ante las nuevas tareas que deberá asumir la petrolera, como la exploración y extracción de litio, su incursión en energías limpias y proyectos de hidrógeno verde. Todo eso cuesta, ¿les alcanzará para tanto?
En CFE el dinero fluye
En donde sí fluye el dinero es en la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de Manuel Bartlett Díaz. La semana pasada, la empresa mediante su brazo financiero CFECapital, que administra el fondo de inversión FIBRA E, entregó a sus inversionistas la nada despreciable cantidad de casi 962 millones 261 mil pesos, producto de la demanda récord de energía que se registró en algunos días del tercer trimestre del año por los calorones que se presentaron en el país.
Este monto superó incluso a la distribución realizada en julio –correspondiente del segundo periodo del año— que llegó a los 899 millones 255 mil pesos, una cifra de por sí ya fue alta. La razón, la misma: las altas temperaturas que derivaron en una mayor demanda de energía.
Pero por el otro lado, la CFE hizo otra colocación más de bonos de deuda a corto plazo, conocidos como CEBURES, por un monto de hasta 75 mil millones de pesos. La empresa nacional dijo que las ganancias que espera obtener de esta colocación, en tres emisiones, se destinará a sus “necesidades operativas”, sin proporcionar mayores datos.
Lo ideal sería que esos recursos pudieran canalizarse a la modernización y ampliación de las redes de distribución, una urgencia para evitar apagones y satisfacer los requerimientos ante el llamado nearshoring. Bueno, es solo una propuesta.