En medio de la creciente preocupación por el cambio climático, la compensación de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) se ha convertido en un tema central en diversos sectores, incluyendo el energético. Mientras diversas tecnologías buscan reducir las emisiones, la restauración y preservación de áreas forestales se destacan como una estrategia clave para equilibrar el impacto ambiental.
Los bosques, conocidos como “los pulmones del planeta”, desempeñan un papel vital en la absorción de CO2, uno de los principales GEI responsables del calentamiento global. Para entender cuánta área forestal sería necesaria para compensar las emisiones actuales, es esencial examinar la magnitud de dichas emisiones.
Las emisiones de la combustión de energía y los procesos industriales aumentaron un 0.9% hasta alcanzar un nuevo récord de 36.8 gigatoneladas de CO2 equivalente en 2022[1], según un informe reciente de la Agencia Internacional de Energía.
Considerando la capacidad promedio de absorción de CO2 de los bosques, que varía según la ubicación y la especie de árboles, existen algunas estimaciones que consideran que para la captura de 1 tonelada, deben crecer 50 árboles durante un año[2]. Esto significaría que para compensar las emisiones actuales, se requerirían aproximadamente 1.65 billones de árboles, o bien, 1.65 mil millones de hectáreas, asumiendo que se plantan 1,000 árboles en cada una.
Para poner en perspectiva el dato anterior, por ejemplo, la Amazonía, que es la selva tropical más grande del mundo, tiene aproximadamente 5.5 millones de kilómetros cuadrados, lo que equivale a 550 millones de hectáreas. Por lo tanto, para poder compensar las emisiones de la combustión de energía y los procesos industriales registradas al menos durante 2022, se requeriría una superficie aproximadamente tres veces el tamaño de la Amazonía.
“Para poder compensar las emisiones de la combustión de energía y los procesos industriales registradas al menos durante 2022, se requeriría una superficie aproximadamente tres veces el tamaño de la Amazonía”.
La magnitud de esta cifra resalta la importancia crítica de promover prácticas sostenibles de gestión forestal y la reforestación a nivel mundial. Además, la conservación de los bosques existentes es esencial, ya que los árboles maduros tienden a absorber carbono a tasas más altas que los bosques jóvenes.
Aunque la dimensión de la tarea es evidente, la reforestación va más allá de ser una simple solución numérica. Los beneficios colaterales de la restauración forestal son vastos. Además de capturar carbono, los bosques contribuyen a mantener la biodiversidad, proteger ecosistemas acuáticos, y proporcionar hábitats cruciales para la fauna y flora. Los bosques también actúan como barreras naturales contra fenómenos meteorológicos extremos, ayudando a prevenir inundaciones y deslizamientos de tierra.
Sin embargo, la implementación de programas de reforestación enfrenta varios desafíos. La asignación de tierras adecuadas, la selección de especies arbóreas adecuadas para cada región y la gestión sostenible son aspectos críticos. Además, es vital considerar las prácticas agrícolas sostenibles y la participación de las comunidades locales para garantizar el éxito a largo plazo de estos esfuerzos.
No todos los bosques son iguales en términos de capacidad de absorción de carbono. Los bosques tropicales, por ejemplo, tienden a almacenar más carbono debido a su diversidad biológica y al rápido crecimiento de las especies. Sin embargo, los bosques boreales y templados también son fundamentales, ya que suelen ser más extensos y pueden actuar como sumideros de carbono a largo plazo.
La diversidad en la elección de especies y la gestión sostenible son clave para garantizar la adaptabilidad de los bosques a los cambios climáticos futuros. Invertir en la investigación sobre la genética forestal y en la comprensión de las interacciones ecológicas fortalecerá nuestra capacidad para diseñar bosques resilientes.
La tecnología también desempeña un papel crucial en la reforestación moderna. Desde drones que monitorean la salud de los bosques hasta técnicas avanzadas de plantación, la innovación tecnológica puede aumentar la eficiencia y la efectividad de los programas de reforestación. La teledetección y la inteligencia artificial se utilizan para mapear áreas deforestadas y evaluar la efectividad de las iniciativas de plantación.
El sector privado desempeña un papel crucial en la reforestación a través de la inversión sostenible y la adopción de prácticas empresariales responsables. La financiación sostenible y los instrumentos financieros innovadores, como los bonos de carbono, pueden impulsar proyectos de reforestación a gran escala. Además, las alianzas entre gobiernos, ONG y empresas pueden potenciar el impacto positivo de estas iniciativas.
Compensar las emisiones globales de gases de efecto invernadero mediante la reforestación no sólo es una necesidad, sino una oportunidad para transformar nuestro enfoque hacia un desarrollo más sostenible. Más allá de las cifras, se trata de restaurar el equilibrio entre la humanidad y la naturaleza, reconociendo que la salud de nuestro planeta está intrínsecamente ligada a nuestra propia supervivencia.
La reforestación no es simplemente una tarea monumental; es una tarea colectiva que requiere la colaboración de gobiernos, empresas y ciudadanos. Al abrazar la urgencia de este desafío y comprometernos con soluciones innovadoras y sostenibles, podemos sembrar las semillas de un futuro más verde y resiliente para las generaciones venideras. Cada hectárea de bosque plantada es una contribución valiosa hacia un mundo más equilibrado y sostenible.
Notas:
[1] https://www.spglobal.com/commodityinsights/en/market-insights/latest-news/energy-transition/101923-global-co2-emissions-estimated-to-rise-to-record-highs-in-2023
[2] https://www.climateneutralgroup.com/en/news/what-exactly-is-1-tonne-of-co2-v2/
*/ Fátima Jiménez es ingeniera ambiental y actualmente colabora en Braskem Idesa. Su experiencia y conocimientos se han dirigido al sector energético, principalmente en los segmentos de upstream, midstream y renovables (eólica, solar). Cuenta con un amplio conocimiento de la legislación ambiental y social actual, así como de diversos estándares internacionales, permitiéndole identificar las áreas estratégicas en cuanto al cumplimiento que debe tener un determinado proyecto para tener éxito y lograr un modelo sustentable.
Correo: fatimac7@hotmail.com
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