El sector privado externó su preocupación por los cambios en la regulación que ponen en riesgo la relación de México con sus socios comerciales y advirtió que, de no aprovechar las ventajas que ofrece el TMEC, el país podría tener problemas de abasto de energía en dos o tres años ante la crisis internacional, entre otros riesgos.
“Hay preocupaciones sobre todo al cambio de reglas”, dijo Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Como en todo el mundo, tenemos los mismos problemas: el tema de inseguridad, los temas de capacidad energética”, agregó, por lo que se pronunció en favor de políticas públicas pro-inversión.
Durante una transmisión en vivo en Spaces, en la plataforma de la red social Twitter, organizada por Sociedad Civil México, el líder empresarial lamentó que México haya llegado al punto de las consultas solicitadas por Estados Unidos y Canadá para que México explique los cambios a las leyes en materia energética, lo que pone en riesgo la oportunidad de nuestro país de beneficiarse del mercado más grande del mundo.
En este sentido, apuntó que México no solo tiene acuerdos comerciales y de protección de inversiones con sus vecinos Canadá y los EEUU, sino con alrededor de 46 países más, a los cuales también impactan los cambios en la regulación. “No solo es el TMEC, tenemos ya más de 46 países con quienes tenemos acuerdos comerciales y tratados de protección de inversión”, subrayó.
A este respecto, Arturo Saval, CEO de la firma de inversiones Nexxus Capital, afirmó: “La inversión es hija del silencio. Cuando las cosas se ponen escandalosas, la inversión se va a otros lugares porque el dinero –vamos a decirlo con esa claridad– no tiene bandera”, declaró contundente. “El dinero se mueve a donde mejores condiciones tiene”, añadió en la idea de que los capitales buscan los lugares en donde encuentran certeza y estabilidad jurídica.
Tan solo entre México y Estados Unidos, dijo, el valor de las transacciones comerciales es de 1 mil 800 millones de dólares diarios. “No hay una frontera en el mundo que tenga tal intercambio”, enfatizó.
En las mismas cifras, el 33 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de México depende de las exportaciones hacia los Estados Unidos y, de ese porcentaje, una tercera parte depende de las exportaciones automotrices. “No se puede ni debe poner en riesgo esas inversiones”, sentenció.
Asimismo, coincidió en que entre los temas que más preocupan a los empresarios son la mencionada seguridad jurídica y la proveeduría de energéticos. “Lo sentimos de primera mano y continuamente”, afirmó.
Consideró que México es un buen destino para las inversiones, pero no se está aprovechando lo suficiente el mecanismo del Tratado comercial para satisfacer al que llamó el mayor mercado del mundo que es el de América del Norte.
Sin mencionarla, hizo referencia a la actual crisis energética mundial desatada por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. “Europa y Estados Unidos tienen un problemas de energía. Nosotros –y voy a ser muy preciso– lo tendremos en dos o tres años de no incrementarse la generación de energía”, advirtió.
“En la medida en que los conflictos internacionales sigan y hagan todavía merma en la economía nuestra o de nuestras principales contrapartes, por supuesto que no podemos estar ajenos a ella”, indicó.
Por su parte, Daniel Becker, presidente de la Asociación Mexicana de Bancos (AMB), habló de la visión de la actual administración y subrayó la importancia del sector privado como motor de la economía de país.
“Quienes se dedican a ver el pasado, seguramente se van a perder el futuro”, anotó. “Las referencias históricas de dónde y cómo estamos parados son meramente comparables. Lo que más me importa resaltar es el futuro, dónde estamos hoy y qué tenemos que hacer hacia adelante”, externó.
En este contexto, hizo hincapié en el papel del sector privado para el desarrollo económico. “El motor de este país, de esta economía, sigue siendo el sector privado, le pese a quien le pese, eso es indudable”, remarcó y aclaró que el sector empresarial no son solo las grandes cúpulas, sino también los millones de empresarios micro, pequeños y medianos que trabajan por el país.
Más adelante, Francisco Cervantes del CCE se refirió a la importancia del desarrollo de las regiones del Sur y Sureste mexicano que, a pesar de contar con las reservas de petróleo y gas, entre otras ventajas y recursos, se encuentran muy rezagadas con respecto al Centro y Norte del país.
“Tenemos un México que crece en la parte Centro y Norte, pero la parte Sur Sureste se ha mantenido rezagada, donde está el petróleo, el gas; donde está la mejor tierra de México, donde hay más litoral”, propuso.
Refirió que los estados de la parte Norte y Noreste crecen en promedio 4.5 por ciento, mientras que el Sur-Sureste registra cifras mucho más bajas.
Por ello, al igual que los otros dos panelistas, insistió en la importancia de que México aproveche las ventajas únicas que le ofrece el TMEC.
“Hay herramientas para hacerlo. Yo no me quisiera imaginar un México sin este instrumento tan importante”, manifestó Cervantes, quien mencionó posibles consecuencias de perder el tratado, como aranceles a la agricultura y demás productos de exportación del país.
“Hay que apostarle a que el gobierno y la iniciativa privada hagan colaboraciones para que todo se pueda resolver en este tiempo de los 75 días”, concluyó, haciendo referencia al plazo que marca el mecanismo de consultas del propio Tratado.