Recientemente se presentó una iniciativa más de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) que busca aumentar la capacidad instalada de las centrales de generación de electricidad exentas de permiso por parte del gobierno de 0.5 megawatt (MW) a 1 MW.
Esta propuesta legal fue de la diputada Nayeli Arlen Fernández Cruz, de la bancada del Partido Verde Ecologista de México, que pretende con ello, entre otros objetivos, dotar de energía eléctrica a los pueblos y comunidades indígenas aisladas de la red eléctrica y que, por tanto, no cuentan con el servicio.
“Nadie puede cuestionar lo indispensable que resulta el acceso a la energía eléctrica para lograr impulsar el avance de las comunidades mexicanas por lo que, en los casos donde no hay aún una conexión viable con el Sistema Nacional, es preciso buscar e implementar soluciones alternativas; en este sentido, la presente propuesta es una buena opción para dicha problemática”,
justificó la diputada Nayeli Fernández su propuesta, presentada a finales de julio pasado.
Consultados por Energía a Debate, expertos del sector eléctrico comentaron que la idea de aumentar la capacidad es buena, pero aclararon que a menudo se confunde la generación distribuida con generadores exentos de permiso por parte de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
“Yo creo que han perdido de foco de qué significa el generador exento”,
expresó Gilberto Sánchez, director de la División de Energía de Sanba, Soluciones Energéticas.
“He escuchado a algunos funcionarios que hablan de sistemas aislados de la red en comunidades como ‘generación distribuida’, pero no es generación distribuida porque no está conectado a un circuito de distribución con alta concentración de centros de cargas”, agregó, citando el artículo 3 de la LIE.
Dicho artículo, en su fracción XXIII, inciso b), define la generación distribuida como la que realiza un generador exento (con capacidad menor al 0.5 MW) y que esté interconectado a un circuito de distribución que contenga una alta concentración de centros de carga; esto es, que esté conectado a las redes de distribución o de transmisión, o en su caso, a las redes de los sistemas aislados de las Penínsulas de Baja California o de Yucatán.
En todo caso, dijo Sánchez, para las comunidades aisladas de las redes de transmisión y de distribución, el esquema aplicable es de las micro-redes, sistemas independientes en donde hay un generador –normalmente con sistemas fotovoltaicos– que abastece a varios usuarios en una pequeña red que no se conecta con la infraestructura las empresas subsidiarias CFE Distribución y CFE Transmisión.
“Al ser una central eléctrica aislada y que podrían ellos construir su propia red privada, que no tiene nada qué ver con el Estado, con transmisión, con distribución, con CFE, con cualquiera de sus subsidiarias, entonces no requeriría de un permiso”, aseguró Sánchez y, por ende, tampoco tiene un límite de capacidad instalada.
El especialista también sustentó su opinión en el artículo 16 del Reglamento de la LIE que indica que las centrales con capacidad igual o mayor al 0.5 MW necesitan un permiso para poner a disposición su capacidad neta el SEN. “Una micro red no lo hace porque no está conectada al sistema”, reiteró.
Otras iniciativas en el mismo sentido han sido del diputado Héctor Salinas Wolberg, del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN), quien argumentó en febrero de 2020 el aprovechamiento de las energías renovables, a la vez que, al exentar mayor capacidad, el esquema de la generación distribuida será accesible a más usuarios, con un impacto positivo en CFE al disminuir su carga operativa.
En su momento, el legislador citó los casos de otros países en donde el límite para esta modalidad llega a los 5 MW, como Brasil, Guatemala y Reino Unido, pero en otras naciones no hay límite.
En abril de este año, la senadora panista Xóchitl Gálvez Ruiz también hizo su propuesta.
“Fomentar el aumento de generación distribuida, la entrada de más actores al mercado y lograr que los costos de la energía eléctrica disminuyan, sin necesidad de cuantiosas inversiones por parte del Estado”,
planteó Gálvez como objetivo principal.
Para Paolo Salerno, socio director de Salerno & Asociados, lo propuesto en esta y en las otras iniciativas que se han presentado al respecto está bien y es necesario.
En un contexto en que se han detenido los permisos para instalar parques de generación eléctrica privados, especialmente de fuentes renovables, Salerno dijo ver bien la propuesta de aumentar la capacidad de la generación exenta que beneficiaría a más empresas e industrias, liberando con ello en parte la carga de la compañía estatal de suministrar energía para todos.
Aunque consideró algunos puntos regulatorios, como diferenciar bien el concepto de “generación distribuida” del “autoconsumo”.
“Viendo la situación regulatoria tan compleja como es la actual, que de facto no ha permitido la implementación de nuevos parques de generación, creo que sería estupendo la ampliación hacia un mega”,
expresó el también consultor.
De hecho fue más allá. En el caso del autoconsumo, para Salerno lo idea es que el límite no sea de un megawatt, sino mayor como sucede en otros países.
“Realmente lo que debería hacerse es una reforma que busque que toda la generación que se tenga de autoconsumo –que tenga una central que consuma una parte y otra parte la pueda inyectar al sistema– no tenga realmente ese límite; o sea, no que sea a un mega, sino que yo la extendería a una capacidad de cinco megas, como es en otros países”, comentó.
Otra ventaja de la ampliación de la capacidad, de acuerdo con el especialista, es que las empresas e industrias se ahorrarían los trámites de solicitar un permiso a la CRE, el cual resulta caro y tardado.
“No es meter nueva generación para inyectarla a la red, sino es dar facilidades a las empresas de generar más energía sin necesidad de pasar por el tema de permitting porque ahorita, como bien sabes, está atorado”,
dijo a este medio.
Qué se debería hacer
Gilberto Sánchez afirmó que en México se requiere en todo caso tener una generación exenta de mayor de 500 kilowatts y se pronunció por la apertura del mercado del abasto aislado.
“No hay un mercado de abasto aislado que esté creciendo, [pero] de la generación distribuida sí”, señaló.
Y esto es por el temor de ir a la CRE a solicitar un permiso, un tema en el que coincidió con Salerno.
Asimismo, urgió en la necesidad de que la industria genere su energía de manera local, toda vez que las redes de transmisión y de distribución “están en serios problemas. Si tú generas la energía donde la consumes, beneficias mucho a la red”, comentó.
Paolo Salerno completó:
“Habría que ir pensando en una reforma que vea a la generación distribuida más como un concepto de autoconsumo que como un concepto de generar para entregar a la red”, añadió.