Petróleos Mexicanos obtuvo una ganancia neta de prácticamente 110 mil millones de pesos el año pasado, a lo que se sumó una reducción de poco más de mil millones de dólares en la deuda financiera.
De acuerdo con el último reporte financiero de la empresa, la deuda financiera de la empresa productiva del Estado cerró el año pasado en 106.1 mil millones de dólares, lo que significó 1.6 mil millones menos que el año anterior, aunque todavía se mantiene por encima de la que recibió al inicio del sexenio (105.8 mil mdd).
Los buenos resultados provocaron un gran optimismo en el director de Petróleos Mexicanos, Octavio Romero Oropeza, quien en conferencia con inversionistas aseguró que “no sólo se ha frenado el deterioro operativo y financiero, sino que se ha iniciado una inercia de crecimiento para aprovechar la riqueza petrolera”.
Sin embargo, salvo el resultado financiero, la producción petrolera y de hidrocarburos líquidos se mantiene por debajo de la producción del cierre del sexenio pasado, mientras que si bien la producción de refinados ha subido, no alcanzará el compromiso del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien en 2019 se comprometió a que con una inversión de ocho mil millones de dólares, las seis plantas del Sistema Nacional de Refinación procesarían 1.5 millones de barriles diarios al final del sexenio.
De acuerdo con Ángel Cid, director de Pemex Exploración y Producción, el promedio de productividad de las refinerías en 2023 se ubicó en 48.3 por ciento y fue afectado a finales de año por retrasos en los procesos de mantenimiento en las instalaciones de Madero y Salina Cruz, lo que afectó el promedio nacional.
Romero Oropeza añadió que la empresa mantendrá el apoyo del gobierno federal, al señalar que los apoyos que recibirá la empresa durante este año serán superiores a los vencimientos de deuda.
Además, el director de Pemex dijo que “en las próximas semanas” iniciarán las operaciones en la Refinería “Olmeca”, pero no se comprometió a presentar una fecha específica.
Arremete contra Moody’s
En fechas recientes, la calificadora internacional Moody’s Investor Services redujo la calificación crediticia de la empresa a “B3”, lo que la pone a un escalón del alto grado especulativo.
En este sentido, Romero Oropeza señaló que Pemex “no comparte la visión” de la agencia, al señalar que la decisión del downgrade responde a metodologías propias y “asumiendo resultados inventados”.