Desde la llegada del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, los pasivos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se han incrementado más de 50 por ciento, advierte México Evalúa.
De acuerdo con el documento El empobrecimiento de las empresas públicas, publicado por este organismo, al inicio de esta administración se anunciaron medidas para rescatar a la empresa de un posible endeudamiento insostenible, pese a que los pasivos de la empresa mostraban una tendencia a la baja en el sexenio previo.
México Evalúa mencionó que entre las medidas con mayor impacto en los pasivos de la empresa están las renegociaciones de contratos de arrendamientos de gasoductos, por los cuales se transporta el principal insumo para la generación de electricidad.
El efecto inmediato de la renegociación fue que los pasivos totales de la empresa se incrementaron 50 por ciento en términos reales a finales de 2019, lo cual equivale a 605 mil millones de pesos (mmdp).
De acuerdo con las Normas Internacionales de Información Financiera (NIF) un arrendamiento financiero es un contrato que le cede al arrendatario el derecho de uso de un activo.
En el caso de los gasoductos, la CFE como arrendatario adquiere el derecho de uso de la infraestructura, pero debe registrar como un pasivo el valor presente de los pagos futuros que debe realizar por la renta del activo, sin importar si al final del periodo compra o no el activo.
Por ello, señala la Asociación Civil, “la CFE salió perdiendo financieramente con la renegociación de los gasoductos”.
A la renegociación de los gasoductos se sumó que en agosto de 2020 se revirtieron los cambios que se aplicaron en 2016 al Contrato Colectivo de Trabajo.
Ante esta situación, al cierre de 2020 el pasivo laboral aumentó 10 por ciento (48.5 mil millones de pesos), mientras que el costo de las obligaciones laborales presentó un incremento de 236 por ciento (89.5 mmdp).
A partir de estas dos políticas públicas, y según los estados financieros de la empresa, durante este sexenio, el 65 por ciento de los pasivos se han concentrado, en promedio, en dos conceptos: los pasivos por arrendamientos, que han representado 38 por ciento de los pasivos totales para el mismo periodo, y la carga de las pasivos pensionarios, que ha representado 27 por ciento en promedio entre 2019 y 2022, mismos que mantienen una tendencia al alza. Esto se refleja en los pasivos por pensiones en 2022, que aumentaron 36.5 mil millones de pesos, o bien, nueve por ciento en relación con el cierre de 2019.
Finalmente, también se registró un incremento en los pasivos de corto plazo, como la deuda con proveedores.
Los estados financieros de la CFE bajaron a 46 mil 900 millones de pesos en 2019, pero al cierre de 2022 se ubicó en 76.3 mmdp, aunque se ubican todavía por debajo del dato del cierre de 2018 (85.7 mmdp).