Persisten dudas sobre mecanismo de adjudicación de proyectos eléctricos: IMCO

Persisten dudas sobre el mecanismo de adjudicación de proyectos prioritarios de generación e interconexión eléctrica en caso de múltiples interesados, en parte porque los principios de confiabilidad, seguridad, justicia energética e innovación carecen de criterios claros de asignación y competencia, aseguró el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

Recientemente, la Secretaría de Energía (Sener), a través de la Comisión Nacional de Energía (CNE), lanzó la convocatoria para dar atención prioritaria a solicitudes de proyectos de generación eléctrica e interconexión al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) con una capacidad instalada mayor a los 0.7 megawatts (MW) y que cumplan con diversos principios.

Dichos proyectos, además, deben estar alineados al Plan de Desarrollo del Sector Eléctrico (PLADESE) 2025-2039, emitido por la administración actual, que abre la puerta a la participación privada en este sector.

Sin embargo, el IMCO advirtió que no está claro el mecanismo de adjudicación de los proyectos, mayoritariamente en el segmento de las energías renovables, en caso de que se presenten múltiples interesados cuya capacidad exceda la capacidad disponible.

El Instituto expuso que en la convocatoria se establece que si la capacidad de las solicitudes elegibles para asignar permisos excede la capacidad disponible, la CNE priorizará los proyectos que den “mayor beneficio al SEN”, con base en principios de confiabilidad, seguridad, justicia energética e innovación.

Pero el organismo no gubernamental aclaró que estos principios carecen de criterios claros de asignación y competencia, lo que podría generar un espacio para la discrecionalidad en la selección final y propiciar un ambiente de incertidumbre para la inversión privada.

Más de 1,400 MW sin asignar

En su análisis “El sector eléctrico ante el nuevo panorama regulatorio: 2025”, dado a conocer este lunes, el IMCO recordó que la Sener anunció 5 mil 970 MW para proyectos prioritarios que desarrollarán participantes privados. De ese volumen, 3 mil 790 corresponden a tecnologías fotovoltaicas y los 2 mil 180 MW restantes a eólica.

Detalló que los proyectos se concentrarán principalmente en las regiones con alta demanda, como la Penínsular, con mil 770 MW; la Occidental, con mil 350 MW; la Oriental, con mil 320 MW y la Norte con 950 MW.

“No obstante, la convocatoria cubre una menor capacidad que los 7,405 MW planteados en el PLADESE para particulares durante el periodo 2025-2030, sin precisar cómo será el proceso de asignación de los 1,435 MW restantes”, alertó.

Crecimiento económico vs. planeación energética

En su estudio, el Instituto bajo el mando de Valeria Moy encontró que existe una brecha entre la planeación energética y las proyecciones de crecimiento económico del país.

Citó que en los planes del gobierno federal, la demanda eléctrica crecerá al mismo ritmo que el Producto Interno Bruto (PIB).

En 2024, expuso, el consumo nacional alcanzó 359 mil 807 gigawatts por hora (GWh), un aumento anual de 2.3 por ciento y cercano a la tasa mesa de crecimiento anual (TMCA) de 2.6 por ciento registrada entre 2010-2024.

“Este crecimiento deriva de la recuperación económica post pandemia, la electrificación de actividades productivas, nearshoring y el efecto de fenómenos climatológicos que elevan los picos de consumo”, apuntó el IMCO.

Por el otro lado, retomó del PLADESE que la demanda eléctrica crecerá a una tasa media de 2.5 por ciento anual en los próximos 15 años, en línea con el crecimiento del PIB estimado por la Sener de 2.5 por ciento.

“Estas proyecciones son conservadoras: entre 2010 y 2024, la demanda eléctrica creció 2.6 por ciento anual, por encima del PIB (1.7 por ciento). Además, no se incluye un escenario de mayor crecimiento económico que vaya acorde con la meta de colocar a México entre las diez economías más grandes del mundo, lo que muestra una brecha entre los objetivos económicos y la planeación energética”, explicó.

Por ello, dijo, el crecimiento sostenido de la demanda eléctrica representa un desafío para el SEN, que deberá ampliar su capacidad de generación e infraestructura para cubrir picos de consumo y asegurar el suministro eléctrico.