El nacionalismo […] es la expresión de una reacción frente a un desafío extranjero, sea este cultural, económico o político, que se considere una amenaza para la integridad o identidad nativas. (1)
Gerardo R. Bazán Navarrete, Gilberto Ortíz Muñíz y Jesús Cuevas Salgado* / Energía a Debate
Octavio Romero Oropeza, Director general de Petróleos Mexicanos. (Foto: Pemex).
A la fecha se desconocen los aspectos convencionales -qué, cómo, cuándo, con qué, etc.- de las líneas de acción de la denominada Cuarta Transformación del país que, se entiende, busca resolver problemas de crecimiento económico, incidir en obtener valor agregado en actividades productivas, generar empleos bien remunerados y, al mismo tiempo, mejorar el bienestar social y la seguridad nacional. Al respecto, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha emprendido acciones para corregir aspectos de prácticas administrativas tradicionales del gobierno encaminadas a:
- Cancelar privilegios a políticos y burócratas de alto nivel.
- Combatir la corrupción en medios gubernamentales.
- Fomentar la austeridad del gobierno y, en el tema energético, – Cuestionar diversos tipos de contratos otorgados a proveedores privados.
En este contexto, PEMEX tiene un papel protagónico debido a que, como se sabe, ha sido objeto del embate de políticas públicas proclives a los esquemas llamados “neoliberales” y un nicho de oportunidad para negocios espurios.
Con un sentido nacionalista, el Jefe del Ejecutivo ha estado manifestando su intención de que la Empresa Productiva del Estado retome un papel sustantivo para el desarrollo económico y social del país.
Lo anterior no será nada fácil, ya que actualmente PEMEX es la empresa petrolera más endeudada del mundo, con ingresos declinantes por exportación de crudo, que resultan muy limitados para responder a compromisos crediticios de corto plazo y aportaciones al sistema fiscal. Se enfrenta la imposibilidad de revertir importaciones masivas de combustibles automotrices y de gas natural para la industria y para la producción de electricidad, entre otras afectaciones en su infraestructura de procesos.
Al respecto, no está claro si la intención es reconstruir PEMEX hacia una situación similar a su antiguo estado monopólico o si solamente se pretende desatarla de pies y manos para reivindicar su derecho a participar con el suelo parejo en un mercado competitivo. Cabe recordar que en las administraciones pasadas PEMEX estuvo sujeta a políticas de “regulación asimétrica”, en la que tenía que ceder espacios a nuevos jugadores.
En esta ocasión, suponemos que el propósito es dotarla de mayor flexibilidad para contratar productos y servicios, rehabilitar e incrementar su infraestructura de transformación y sanear sus finanzas para volverla competitiva frente a la participación privada en el sector. Si así fuera, PEMEX consolidaría su posición como la principal empresa en todos los ámbitos de la industria petrolera y mejoraría los índices de seguridad de abastecimiento energético, con un enfoque ideológico de defensa de la soberanía nacional.
Pero desconciertan algunas declaraciones y acciones relativas a temas específicos dentro de la compleja trama del quehacer de PEMEX. El desconocimiento del alcance de los objetivos finales ha causado muchas inquietudes en círculos financieros nacionales e internacionales, en los sectores industriales y entre los intelectuales y académicos. Inclusive se aprecia una polarización de opiniones. Nos permitimos llamar la atención sobre algunos conceptos que pueden ser útiles para potenciar el entendimiento de los objetivos que se persiguen.
Pemex como empresa productiva del Estado
Hay que recordar que anteriormente su objetivo era cumplir con eficacia sus responsabilidades, en un contexto monopólico, y la evaluación que se hacía de su desempeño social era aprobatoria, aunque con escasa transparencia.
Actualmente tiene tareas explícitas como instrumento del Estado para apoyar el desarrollo económico del país y la superación del bienestar social, generando valor económico y aportando recursos al Estado.
Estos conceptos están en línea con las medidas tendientes a sanear las finanzas de PEMEX, ahora sí, manifestadas de forma explícita.
La imagen dual de Pemex
- PEMEX como ente desprestigiado. Además del deterioro físico y financiero en que se encuentra actualmente, y, derivado de las acciones para combatir el huachicol, han salido a la luz muchos casos de adquisiciones con sobreprecios, privilegios excesivos, robo de crudo, compras de activos obsoletos, y otros más que han demeritado la imagen pública de la empresa estatal.
- PEMEX como ente emblemático. En el marco de la Cuarta Transformación, se entiende que PEMEX se saneará y podrá recuperar buena parte de su imagen perdida si logra superar el estado de postración física y financiera en que se encuentra y librarse de los vicios administrativos observados a lo largo de su historia.
Pemex y la política industrial
La reactivación de PEMEX puede ser la oportunidad y detonante para que el gobierno reformule una política industrial y abandone la idea, promovida hace algunos años, de que “la mejor política industrial es la que no existe”, para que, además del porcentaje de origen nacional en los contratos, exija cuotas de transferencia tecnológica en sus relaciones con sus proveedores internacionales, y para que no se limite a las operaciones simples de adquirir productos y servicios.
La visión del PEMEX del futuro –y la del gobierno– debería incluir el desarrollo tecnológico de manera explícita como factor de competitividad internacional.
El Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, A.C.(2) plantea una plataforma de competitividad industrial sistémica e inclusión social con base en:
- Educación de calidad.
- Industria, innovación e infraestructura, y
- Alianzas para lograr los objetivos, para cumplir los compromisos delineados por el Presidente.
El desarrollo económico de los países asiáticos se realizó con una estrategia de este tipo. Europa y los Estados Unidos reaccionaron para darle más atención a los mismos sectores, sobre todo a obtener mayor valor agregado en actividades como la petroquímica.
El citado instituto organizó el día 2 de abril del año en curso el foro “Hacia un crecimiento sostenido e incluyente”, con el objetivo de discutir el tema de la nueva política económica en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, y recomienda la participación de la academia y la industria para su elaboración. Destacan los siguientes comentarios:
- México necesita una industria fuerte, consolidada e integral.
- México debe cambiar su política industrial maquiladora a la de producción con alto valor agregado.
- En la planeación debe tomarse en cuenta que México tiene muchas regiones y desigualdades.
- Tener en cuenta la influencia de la cuarta revolución industrial.
- La política industrial debe tener un diagnóstico, propuestas y necesidades financieras.
La referencia(4) proporciona una amplia visión del tema, que también tiene implicaciones para Pemex.
De acuerdo a la Agencia Internacional de Energía(3) , los Estados Unidos, Europa y otras economías avanzadas actualmente usan plásticos hasta 20 veces más y fertilizantes hasta 10 veces más per cápita que India, Indonesia y otras economías en desarrollo, lo que subraya el amplio potencial de crecimiento a nivel global (…) Los petroquímicos rápidamente se están convirtiendo en los motores más grandes del consumo mundial de petróleo. (…) Están configurados para dar cuenta de más de la tercera parte de la demanda de petróleo en el 2030 y cerca de la mitad al 2050.
El petróleo de México puede ser el detonador de este cambio, por lo que el gobierno deberá hacer un esfuerzo rehabilitar la participación de PEMEX en la petroquímica, adicional a los planes para reac var la exploración y producción y la refinación.
Pemex y el nacionalismo
La Cuarta Transformación tiene como envolvente y motor social el sentido de nacionalismo como instrumento para enfrentar el enfoque histórico de privatizar las ganancias y socializar las pérdidas.
No obstante, se considera conveniente reflexionar un poco en el tema, puesto que los valores son relativos, cambian con el tiempo y las circunstancias.
Habría que sospesar si el sentido nacionalista en una época postrevolucionaria es semejante en la época actual, donde la globalización es una realidad y la sociedad y la economía están impregnadas de las prácticas de la llamada época neoliberal.
CONCLUSIONES
El presidente Andrés Manuel López Obrador está imprimiendo un nuevo punto de inflexión en la administración pública, bajo el lema de la Cuarta Transformación.
A pesar de sus propias dificultades, PEMEX tiene un papel protagónico en este proyecto de la Cuarta Transformación, como medicina de amplio espectro para resolver problemas técnicos, financieros, morales y de pres gio, propios y parcialmente para el país.
El reto es homogenizar la visión y el método entre todos los involucrados para desarrollar el proyecto.
RECOMENDACIONES
Sería conveniente dotar de una breve descripción o lema el objetivo o el alcance que se pretende con la Cuarta Transformación. ¿Sería acaso la “Regeneración Nacional”?
En principio, el concepto de nacionalismo es positivo, ya que se ha utilizado en distintas épocas en varios países para lograr avances económicos y sociales. Sin embargo, no sobra tomar en cuenta una opinión que se escucha en círculos intelectuales: “El nacionalismo es importante para mantener la unidad de un país, contribuir a la cohesión social, reforzar los valores éticos y morales y dar base a la educación, pero si se confunde con el sectarismo y se torna en fanatismo, es posible que el país colapse.”(5)
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
1) David Brading. Citado en la revista Este País, número 280, agosto del 2014.
2) The Future of Petrochemicals. Towards more sustainable plastics and fertilizers. OECD/IEA. October 2018.
3) El fin del modelo neoliberal, ¿para quién es el mensaje? El momento de la política industrial. Voz de la Industria, volumen 7, número 146. Marzo 2019.
4) Hacia una Industria del Futuro / Propuesta de los industriales de México. Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos. José Luis de la Cruz Gallegos-Coordinador.
Editorial LIMUSA, CONCAMIN e IDIC. 2018.
5) Juan Eibenschutz Hartman. Revista Este País, número 280, agosto del 2014.
* Gerardo Bazán es Premio Nacional de Química (gerardorbn@Yahoo.com). Gilberto Ortiz es miembro del Consejo Químico y del Comité de Energéticos de Canacintra (gortizyasoc@gmail.com). Jesús Cuevas es consultor independiente en temas de energía (jcuevasmx@hotmail.com).