Las políticas de impulso a la industria de los hidrocarburos por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llevarán a un retroceso de su país en la transición energética, pero podrían implicar nuevas oportunidades para las naciones emergentes, como México, coincidieron expertos.
Héctor Treviño, especialista en energías limpias, dijo que para México sí podría haber nuevas oportunidades en materia de energías renovables, pero aclaró que hay que estar atentos a las Leyes Secundarias.
“Considerando que sí podrían existir oportunidades para México en energías renovables, tendremos que esperar a la publicación de las leyes secundarias”, comentó para Energía a Debate.
A finales del año pasado, el Congreso de la Unión aprobó una serie de reformas constitucionales, entre ellas, algunas en materia de energía, mismas que fueron promulgadas por la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo.
Entre ellas, se encuentran la relativa a simplificación orgánica que eliminó la autonomía de siete organismos, como la Comisión Reguladora de Energía (CRE), la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), y la relacionada con los organismos y áreas estratégicas, que da prevalencia en los mercados energéticos a las empresas públicas –Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE)—, además de refrendar la soberanía del Estado sobre el litio y otros metales considerados como estratégicos, indispensables para la electromovilidad.
Por su parte, la firma Quartux prevé que las políticas de Trump tendrán un impacto significativo en el sector energético no solo de su país, sino a nivel global.
“Con su enfoque en la protección de la industria de combustibles fósiles, que incluye el respaldo a la perforación profunda y el fracking, la postura de Estados Unidos podría llevar a un retroceso en la transición hacia energías renovables en dicho país. Esto podría abrir nuevas oportunidades para naciones emergentes, como México, que cuentan con un enorme potencial para liderar la adopción de tecnologías limpias y sostenibles”, expuso la firma bajo la dirección de Alejandro Fájer.
Recordó que México posee una ubicación geográfica privilegiada y un vasto potencial para generar energía limpia a través de fuentes solares, eólicas, hidroeléctricas y geotérmicas.
“Así, a medida que Estados Unidos retrocede en la adopción de energías renovables, México podría convertirse en un líder regional en este sector”, estimó.
Refirió que hasta mediados de 2024, el país había invertido aproximadamente 13 mil millones de dólares en proyectos de energías renovables, “cifra que se espera siga en aumento en los próximos años, lo que refleja un compromiso sólido con la transición energética”, opinó.
Energía limpia en México y EE.UU.
La energía limpia en Estados Unidos representa aproximadamente 20 por ciento del total nacional. Según cifras del Departamento de Energía, de esa participación, la eólica representa 10.3 por ciento, la hidroeléctrica 6 por ciento, la solar otro 3.4 por ciento y en menor medida la biomasa con 1.2 por ciento y la geotérmica con 0.4 por ciento.
En 2022, la dependencia había estimado que para este 2025 la solar fotovoltaica experimentaría el mayor crecimiento, con 75 por ciento, seguida de la eólica con un 11 por ciento.
En el caso de México a 2023, la participación de las energías limpias había alcanzado 22 por ciento, siendo las dominantes la hidroeléctrica con 6.2 por ciento, la eólica con 5.6 por ciento y la solar fotovoltaica con 5.2 por ciento.