Tómelo en cuenta. Hoy todas las áreas operativas de Petróleos Mexicanos (Pemex) deberán entregar sus propuestas de reorganización pero, sobre todo, de recorte de 5 por ciento en su plantilla operativa de confianza. Es decir, gente de la petrolera va para afuera.
Este fin de semana se filtró un documento elaborado por la Subdirección de Capital Humano de la Dirección Corporativa de Administración y Servicios de la empresa dirigida por Víctor Rodríguez Padilla en donde se pide a las áreas la cabeza de al menos 5 por ciento de su personal no basificado, los llamados “de confianza”, con la finalidad de definir una estructura organizacional básica sin redundancia de funciones.
Pero hay que decir que el 5 por ciento del recorte abarca en realidad cinco rubros: Plazas definitivas vacantes; Plazas temporales; Jubilaciones al 100%; Jubilaciones actuariales, esto es, más de 27 años en la empresa, y Liquidaciones.
Pemex tiene una plantilla laboral total de más de 137,400 empleados repartidos en todos sus centros de trabajo, pero hay que considerar que durante la administración del ex presidente López Obrador se implementaron programas para basificar a trabajadores eventuales, principalmente, que habrían sumado por lo menos unos 30 mil.
Según el cronograma, el día 14 de febrero deberán quedar la versión final de las Tablas de Cambios revisada por la Subdirección mencionada, junto con la Dirección Jurídica y la nueva Dirección Corporativa de Planeación, Coordinación y Desempeño de la petrolera.
Leyes Secundarias, certeza pendiente
La semana pasada la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo envió a la Cámara de Senadores las tan esperadas Leyes Secundarias en materia energética. La idea es que queden aprobadas y publicadas para finales de este mes de febrero.
Teóricamente todos deberían estar contentos porque, a diferencia del sexenio anterior, el equipo de trabajo de la actual mandataria federal sí abrió las puertas y los oídos para escuchar las inquietudes y propuestas del sector privado. De lo perdido, lo ganado.
Pero aún con ello, persisten algunas preocupaciones, de esas que empiezan como una piedrita en el zapato pero con el tiempo se vuelven en francas molestias y caras feas.
Le compartimos dos. Pemex y CFE se abren a inversiones mixtas en proyectos, pero en donde el Estado siempre mantendrá la mayor parte, en una repartición, al parecer, que está más basada en un asunto ideológico que técnico y que, eventualmente, llevará a pelitos. ¿Qué garantiza que dicho esquema es el más conveniente para absolutamente todos los proyectos?
El tema del pleito lleva al segundo punto. En caso de controversia entre la empresa estatal y la firma privada, ¿cómo dirimir en un sistema judicial cuyos jueces y magistrados electos por tómbola ponen en duda la imparcialidad y la calidad de los fallos y resoluciones? ¿Qué pasará si las autoridades, con la nueva ingeniería institucional realizada a través de las reformas constitucionales, emiten normas, Acuerdos y Regulaciones que violen derechos de terceros, como sucedió en la administración pasada?
Certeza jurídica, sigue siendo la demanda general.
“Kutsari”, un burrito más a las finanzas públicas
Una de las novedades de la semana pasada fue el anuncio de la creación de un organismo público –sí, uno más— que se dedicará a la fabricación de semiconductores, o los llamados “chips”.
En esta feria de empresas y organismos públicos en que se han convertido las finanzas públicas, tendremos a “Kutsari”, que buscará el aprovechamiento y desarrollo tecnológico y científico de los jóvenes talentosos mexicanos.
Los “chips” son componentes electrónicos con un muy amplio espectro de uso, desde las tarjetas bancarias, hasta cuestiones más avanzadas de la industria aeroespacial, pasando por todos los dispositivos electrónicos de uso cotidiano. Y el sector automotriz, incluida la electromovilidad, no queda fuera.
La idea no es mala, pero este proyecto podría quedar en buenas pero muy caras intenciones, como los que hemos visto en los últimos años. Uno de ellos, por mencionar uno, es el organismo público LitioMx, una entidad que nació por Decreto presidencial hace dos años y que ni oficinas tiene, ya no digamos operaciones en yacimientos de este mineral. Lo que sí, es que cada año, este organismo a cargo de Pablo Taddei se le asigna su respectivo presupuesto.
En lo que lleva de su mandato, la presidenta Sheinbaum Pardo ha anunciado la creación de dos organismos públicos, al menos en materia energética o relacionada. Uno de ellos es el Proyecto Olinia, fábrica de autos eléctricos populares.
Pero recuerde usted el viejo refrán: “Lo pesado no es comprar el burrito, sino darle de comer todos los días”.