Presenta la Barra de abogados libro sobre los 10 años de la reforma energética

Hace una década que se aprobó la reforma energética de 2013-2014 que permitió la apertura del sector a la competencia y a la libre concurrencia. En el camino, en 2018, hubo un golpe de timón con la llegada de la Cuarta Transformación al gobierno federal, con esfuerzos regulatorios y operativos para volver a posicionar en primer lugar a las empresas del Estado, Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Por ello, este año, la Barra Mexicana Colegio de Abogados (BMA) tomó la iniciativa de hacer una revisión de qué se ha hecho en estos diez años, en dónde se encuentra actualmente el sector y cuál es la prospectiva.

Para ello buscó a expertos, ex funcionarios con larga trayectoria en el sector, analistas y otras voces para que respondieran a seis interrogantes relacionadas con el camino que ha andado el sector energético en los últimos diez años, como: ¿Qué teníamos antes de la reforma? ¿Qué se reformó y en qué consistió el cambio? ¿Qué se perseguía y qué se ha alcanzado? ¿Dónde estamos ahora? ¿Qué sigue? ¿Cuál es la prospectiva en cada tema?

Así, 22 autores, orquestados por Alfredo Orellana Moyao, coordinador de Energía de la Barra, desarrollaron cada punto para quedar integrados en 19 artículos recopilados en la obra Regulación del sector energético en México. Una década de transformación (2013-2014) – (2023-2024), editado bajo el sello de Tirant Lo Blanch.

“Hoy, a diez años de aquella trascendental reforma, el escenario energético mexicano se erige como un testimonio de la complejidad y la dinámica inherentes a la búsqueda constante de equilibrios entre el interés público y la participación privada. En estas páginas, se despliega un riguroso análisis de las posturas divergentes que han surgido en torno a este proceso, proporcionando una visión completa y matizada de los logros, retos y proyecciones que ha enfrentado nuestra nación”, prologó Víctor Olea Peláez, presidente de la BMA.

Durante la presentación del libro, realizada en la sede de la Barra en la Ciudad de México, Marco A. de la Peña, autor del capítulo “Diez años de cambios en el régimen jurídico y contractual de la Exploración y Extracción de Hidrocarburos en México”, destacó el papel que ha jugado la BMA en el desarrollo del sector de la energía, principalmente en el contexto de las reformas presentadas en 2022 por el actual jefe del Ejecutivo y que finalmente fueron rechazadas.

“En el caso de las reformas legislativas que iban más allá del modelo constitucional, también la Barra hizo una serie de pronunciamientos en su momento que permitieron atemperar algunos puntos que eran en ese momento apuntalados por la administración de la Cuarta Transformación con respecto de la reforma del 2013”, refirió.

Y respecto a las reformas que están actualmente en curso, como la que intenta la desaparición de los organismos reguladores autónomos, como la Comisión Reguladora de Energía y la Comisión Nacional de Hidrocarburos, exhortó a tratar de incidir para que conserven justamente su autonomía.

Por su parte, Yolanda Villegas, quien junto con Frank Márquez elaboraron el capítulo “Reforma energética y el Impacto Social en los Proyectos Energéticos”, recordó que para el desarrollo de los proyectos energéticos en México, en la reforma de 2013 se separaron legal e institucionalmente los aspectos medioambientales de los sociales, quedando unos en la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) y los otros en la Secretaría de Energía (Sener).

“La práctica internacional lo que nos ha dicho es que, la arista medioambiental con la arista social están convergiendo […] Mi propuesta es que quizá debería de haber una correlación mucho más preponderante porque muchos de los problemas sociales tienen una raíz ambiental”, expuso.

De su lado, Guillermo García Alcocer escribió “El modelo gasolinero a 10 años de la reforma energética de 2013”, dijo al respecto que las estaciones de servicio llegaron gracias a la reforma energética y ahí quedarán porque, argumentó en la presentación del libro, al público usuario le gusta la variedad de opciones de gasolinas y diésel. Por ello, recordó que la filosofía del servicio es poner al ciudadano en el centro.

Igualmente, aprovechó para recordar que las gasolinerías son fundamentales para la transición hacia la electromovilidad.

En su oportunidad, Juan Roberto Lozano Maya, quien se encargó del material titulado “La transición energética en México antes y después de la Reforma Energética de 2013”, se pronunció por acabar con la polarización en las posturas en torno al sector energético y, por el contrario, encontrar un punto de equilibrio.

“Todas las voces son plausibles, pero creo que lo que le falta al sector es una discusión más informada”, consideró.

En cuanto al gas licuado de petróleo (gas LP), Susana Ivana Cazorla Espinosa relató sus experiencias profesionales y las dificultades para la apertura de este sector.

En el evento, por ello, se pronunció por la apertura a la competencia real y libre y apuntó que los subsidios generalizados no son buenos en ningún sector.

Respecto a la reforma de 2013, aclaró que, contrario al discurso oficial actual, la intención nunca fue la privatización de las empresas estatales, sino la competencia.

“Para eso se tiene que armar un andamiaje y organismos independientes”, agregó.

(Presentación del libro “Regulación del sector energético en México” en la Barra Mexicana Colegio de Abogados, con algunos de los 22 autores)

Las demás plumas que participaron en la conformación de esta obra fueron de Manuel S. Acuña Zepeda, Valeria Amezcua Santillán, Lluviely García Quiroz, Rosanety Barrios Beltrán, Rolando Wilfrido de Lassé Cañas, Luis González Esquivel, Hugo Enrique Hernández García, Adriana Jocelyn Miranda Jiménez, Karla Narro Reyes, Mariano Ornelas López, Casiopea Ramírez Melgar, María del Pilar Rodríguez Ibáñez, Oscar Roldán, Isaac Guzmán y María Fernanda Velasco Barraza.

Alfredo Orellana subrayó en que el Derecho Energético une a técnicos con abogados e hizo énfasis en este sentido en que México posee un gran capital humano en ambos ámbitos.

Para la organización de la obra, fungieron como subcoordinadoras Karla Mariana Narro Reyes y Ana Helena Bojórquez Arce.