El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) presentó este martes una propuesta para designar a los candidatos para el puesto de comisionado en la Comisión Reguladora de Energía (CRE), esto como parte de una serie de recomendaciones destinadas a fortalecer al organismo y garantizar su independencia.
Si bien la CRE bajo el mando de Leopoldo Melchi García ocupa el lugar número 8 de 47 entes reguladores de acuerdo con los Indicadores sobre la Gobernanza de los Reguladores Sectoriales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) –o el puesto 6 si solo se considera a los países miembros de la OCDE–, lo cierto es que aún está lejos de cumplir con las mejores prácticas internacionales, sobre todo en cuanto al mecanismo de selección, designación y remoción de su personal y los miembros de su órgano de gobierno, dijo el IMCO dirigido por Valeria Moy.
Por ello, hizo un análisis del diseño institucional de la CRE y lo comparó con el Indicador elaborado por la OCDE, a partir de lo cual detectó “áreas de oportunidad” para fortalecer su independencia.
En cuanto al proceso de selección de los comisionados, el IMCO expuso que, a diferencia de la legislación de 24 países, en la legislación mexicana no se contempla la existencia de un comité de selección independiente que determine la idoneidad de los candidatos interesados en ocupar el cargo de comisionados de la CRE.
Tampoco se realizan convocatorias abiertas que le permitan a cualquier ciudadano participar en el proceso para formar parte del órgano de gobierno de la Comisión. Estas omisiones legislativas pueden comprometer la capacidad técnica de los liderazgos de la Comisión y, por ende, el desempeño de sus funciones, consideró el Instituto.
Por ello propuso que, de forma análoga al proceso de selección de los comisionados de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), se modifique la Constitución y la Ley de los Órganos Reguladores Coordinados en Materia Energética para que los comisionados que integren el órgano de gobierno de la CRE sean seleccionados y designados mediante un proceso que incluya un Comité de Evaluación.
Este se integraría por los titulares de tres órganos constitucionalmente autónomos, que publicarían una convocatoria para cada vacante. Tras un proceso de evaluación y selección, se enviaría al Ejecutivo federal una terna de entre tres y cinco candidatos para su selección y, posteriormente, remita sus elegidos para su ratificación por parte del Senado de la República.
Cabe recordar que, según la ley vigente, el presidente de la República es quien designa directamente la terna para cada puesto de comisionado, la cual es evaluada por la Comisión de Energía del Senado. En caso de encontrar idóneos a los candidatos, son nombrados por el jefe del Ejecutivo para el cargo que durará 7 años, con opción de repetir por el mismo periodo previa ratificación de los senadores.
Respecto al proceso de remoción de los comisionados, el IMCO citó que en 11 países se puede remover a los miembros de la junta de gobierno del regulador únicamente por vía de un procedimiento judicial o a través de decisiones de la legislatura, lo cual preserva su independencia al garantizar la permanencia en el cargo de sus integrantes independientemente de si sus decisiones son favorables, o no, al gobierno en turno.
OTRAS ÁREAS DE OPORTUNIDAD
Como resultado de su análisis, el Instituto Mexicano para la Competitividad también recomendó permitir a la CRE ejercer libremente su presupuesto.
“Una CRE verdaderamente independiente requiere de libertad para ejercer sus recursos sin injerencias, ni techos presupuestales establecidos por el Gobierno federal a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público” y recordó que el marco legal vigente permite esto a través de la figura de los órganos constitucionalmente autónomos.
De igual forma planteó establecer un servicio civil de carrera independiente de la Administración Pública Federal y de los comisionados.
Al respecto, consideró que el sector energético requiere un regulador de excelencia en términos de calidad técnica de su burocracia, por ello, conviene instaurar un servicio civil de carrera, con exámenes de ingreso y regulado por un consejo independiente, es el primer paso para transitar hacia un regulador técnicamente competente, apolítico y suficientemente fuerte para resistir las presiones de los vaivenes políticos y económicos.