Especialistas del sector energético propusieron ajustar a la baja el tope de capacidad de la Generación Distribuida, para mantener los beneficios en el ámbito social, pero a su vez subir el límite de instalaciones exentas, que no requieran permiso, para el consumo local de energía en la industria.
Durante el Encuentro Internacional de Energía 2022, se llevó a cabo el panel: “Generación Distribuida, una oportunidad para el sector empresarial”, en donde Karla Cedano, secretaria de Gestión Tecnológica y Vinculación del Instituto de Energías Renovables de la UNAM, opinó que para la generación distribuida hay que bajar el tope de capacidad en generación distribuida. Aunque se suba el umbral de instalaciones sin necesidad de un permiso de la CRE, sobre todo para que cuando exista un fin social, esté dirigido a las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) o a fines residenciales.
Piden precios más justos
Durante el panel, Víctor Ramírez Cabrera, vocero de Plataforma México Clima y Energía, consideró que el pago de l energía que se hace a la red debe estar basado en costos para que sea justo.
Alejandro Fajer, director de Operaciones de Quartux, coincidió en que es necesario modificar el esquema de cobro para los techos solares.
“Lo que más se puede hacer es calcular lo que se debe, un asunto de números, no político, ni siquiera social; sí se puede subsidiar a la gente, no tiene que ser la misma factura sino la misma contraprestación de paneles solares. Que haya costo justo en términos técnicos”, afirmó.
El especialista añadió que una de las ventajas de desarrollar la generación distribuida es que potenciará el crecimiento de la demanda de almacenamiento de energía.