Las reservas petroleras de México alcanzan sólo para abastecer al país por los próximos 10 años, considerando que la producción de 2023 fue de 1.59 millones de barriles diarios.
Al cierre del año anterior, las reservas 1P de petróleo crudo, es decir las que tienen un 90 por ciento de certeza, 6,154.6 millones de barriles, de acuerdo con los datos reportados por Pemex a la Comisión Nacional de Hidrocarburos.
La gestión de Octavio Romero Oropeza al frente de Pemex ha insistido en que lograron detener la rápida declinación de las reservas petroleras.
Sin embargo, aunque la reposición de reservas entre 2022 y 2023 fue superior a 100 por ciento, este indicador se encuentra por debajo de lo reportado en 2018.
En ese año, el último de la administración anterior, las reservas se ubicaron en 6,464.1 millones de barriles, lo que representa prácticamente cinco por ciento más de lo que se reportó al cierre del año anterior.
Además, es necesario considerar que en ese año la producción de petróleo era mucho más alta en 2018, en comparación con 2023.
En 2023, Pemex extrajo aproximadamente 580.35 millones de barriles, mientras que en 2018 la producción total de la empresa se ubicó en 660.6 millones de barriles, es decir, el año pasado, la gestión de la 4T en Pemex tuvo que reponer 80 millones de barriles menos que en 2018.
Estrategias de Pemex
La gestión de Romero Oropeza ha concentrado sus esfuerzos en desarrollar 40 campos prioritarios en el sexenio.
Entre ellos destacó la producción de pozos como Quesqui e Ixachi; sin embargo su vocación se limita a gas natural y condensados.
Además, Petróleos Mexicanos tiene en sus planes quitar los recursos asignados a proyectos de aguas profundas, y redireccionarlos a activos en aguas someras y campos, en aras de buscar una producción acelerada.
En la forma 20-F, presentada ante la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés), la empresa señaló que tiene la intención de reasignar los recursos de proyectos en aguas profundas, “que tienden a ser actividades costosas y de largo plazo”, y los destinará a activos de aguas someras y terrestres, con el objetivo de “generar resultados a corto plazo”.
La compañía afirma que planea continuar el desarrollo de 40 campos durante este año, de los cuales 20 son de aguas someras, pero que tienen trabajo previo desde el periodo 2019-2023, cinco campos de aguas someras que iniciarán labores este año, así como 11 campos terrestres desarrollados desde 2019 y cuatro activos terrestres adicionales que empezarán sus trabajos este año.