La VP de Asuntos Gubernamentales y Sustentabilidad de ENGIE México aseguró que la industria energética tiene mucho futuro para las jóvenes estudiantes
Ana Laura Ludlow, vicepresidenta de Asuntos Gubernamentales y Sustentabilidad de ENGIE México, consideró que la equidad de género es una lucha que comparten todas las mujeres, por lo que invitaría a todas las jóvenes interesadas en estudiar carreras relacionadas con el sector energético a que se sumen a este campo laboral que tiene un futuro prometedor.
“El sector energético es un campo lleno de oportunidades, con un impacto real en el desarrollo y el futuro del mundo. Es una industria en constante evolución, donde la innovación, la sostenibilidad y la transición energética están transformando la forma en que producimos y consumimos energía. Esta es una lucha que compartimos todas las mujeres en el sector: una campaña constante para abrir puertas y decirle a más mujeres: ¡Vénganse, aquí hay un lugar para ustedes!”, exhortó.
“Queremos ser más mujeres en energía”, reforzó en entrevista con Energía a Debate.
En este sentido, comentó que uno de los mayores retos para romper la inercia de la dominancia masculina en el sector energético es cambiar las estructuras culturales y organizacionales para lograr la paridad.
“Esto incluye superar prejuicios inconscientes, fomentar la inclusión y garantizar que las mujeres tengan acceso a oportunidades de liderazgo y desarrollo profesional”, aseveró.
Para la directiva de ENGIE México, es urgente fortalecer el vínculo entre el sector educativo y la industria para derribar estereotipos desde la raíz.
“Es fundamental que niñas y jóvenes crezcan sabiendo que el sector energético también es para ellas, con referentes visibles y oportunidades claras. Muchas de nosotras crecimos con la idea de que este era un campo para hombres, y cambiar esa percepción requiere promoción activa, mentorías y programas que las acerquen a las disciplinas STEM desde una edad temprana”, recomendó.
Ruta crítica
Ana Ludlow consideró que existen acciones concretas que se pueden implementar para reducir la brecha de género en el sector energético.
Primero, es crucial implementar políticas corporativas que promuevan la equidad de género, como programas de mentoría, igualdad salarial y flexibilidad laboral.
Además, la colaboración entre el gobierno, la iniciativa privada y la academia es esencial para crear un entorno que valore la diversidad y fomente la participación activa de las mujeres en todos los niveles de la industria.
El mayor reto, insistió, es cambiar la cultura, aunque aclaró que las nuevas generaciones impulsan un cambio de paradigma, en el que lo importante son las capacidades de cada perfil y no su género.
“Yo creo que son ellos quienes están impulsando el cambio y desafiando esas viejas ideas que separaban a hombres y mujeres en el mundo profesional. Al final del día, todos somos profesionistas, y creo que ese enfoque es clave para construir un futuro más equitativo”, dijo.
Para combatir la resistencia al cambio, mencionó que es urgente implementar una estrategia de comunicación efectiva, combinada con la empatía.
“Es crítico entender la importancia de comunicar claramente la visión y los beneficios del cambio. Esto implica explicar cómo las nuevas estrategias no solo benefician a la organización, sino a los individuos involucrados. La claridad y la lógica detrás de las decisiones pueden ayudar a reducir la incertidumbre y generar confianza”, expuso.
Otro gran paso es la necesidad de involucrar a los actores clave desde el principio, a través de generar diálogos que permitan entender sus preocupaciones y perspectivas para fomentar un sentido de pertenencia y compromiso hacia el cambio. Este enfoque participativo puede transformar la resistencia en apoyo.
“Mostrar avances concretos, aunque sean pequeños, puede convencer a los escépticos de que el cambio es viable y beneficioso. Esto, combinado con una actitud resiliente y adaptable, permite superar barreras y avanzar hacia objetivos innovadores”, comentó.
Destacó la importancia de generar aliados porque el cambio rara vez se logra en solitario.
Valor femenino
La directiva de ENGIE México agregó que el liderazgo femenino tiene muchos matices que le dan valor agregado, como la experiencia y la perspectiva, así como la empatía.
“Las mujeres tendemos a tener una visión más holística y equilibrada, lo que permite considerar no solo los aspectos técnicos y financieros, sino los impactos sociales y ambientales de las decisiones”, subrayó.
Otra ventaja, continuó, es que la diversidad de género en equipos de liderazgo fomenta la innovación y la creatividad.
“Las mujeres suelen abordar los problemas desde ángulos diferentes, enriqueciendo el proceso de toma de decisiones”, afirmó.
Del mismo modo, señaló que la inclusión de mujeres en roles estratégicos ayuda a romper con paradigmas tradicionales y a construir una cultura organizacional más inclusiva y colaborativa. Esto no solo mejora el desempeño de las empresas, sino que también contribuye a acelerar la transición energética de manera más justa y equitativa, describe la VP de ENGIE México.
“Tener voces diversas en la toma de decisiones no sólo es una cuestión de equidad, sino de eficacia: quienes viven y enfrentan los problemas de primera mano deben estar en la mesa cuando se diseñan las soluciones”, apuntó.