El Fondo Monetario Internacional consideró que México debe realizar un cambio hacia fuentes de generación renovables y con bajas emisiones de carbono.
En la Declaración del personal técnico al término de la misión de la Consulta del Artículo IV correspondiente a 2023 el organismo señaló que las empresas multinacionales están incorporando las normas ambientales en sus decisiones de ubicación, por lo que incentivar la transición hacia la energía solar y eólica será un catalizador que fomente la inversión industrial, al tiempo que satisface los objetivos gubernamentales en materia de emisiones.
En el documento, el organismo internacional señaló que México debe revisar el esquema de las nuevas inversiones en el sector de hidrocarburos, pues estas deben internalizar el potencial de cambio de la demanda mundial en hidrocarburos, sobre todo al considerar que el país es un “productor con costos relativamente altos”.
En este sentido, el director general de la Agencia Internacional de Energía (EIA por sus siglas en inglés), Fatih Birol, señaló en una entrevista con la CNN, que la demanda de petróleo, gas natural y carbón alcanzará su pico en 2030.
Cambio de paradigma
En su documento, el FMI destacó el trabajo de las autoridades mexicanas en materia ambiental, a partir de la creación de un impuesto sobre el carbono y el esbozo de una estrategia para combatir la deforestación, aumentar la cuota de vehículos eléctricos hasta 50 por ciento del total de las ventas de autos en 2030, así como la creación de un mercado de bonos verdes y el establecimiento de un mecanismo de comercialización de emisiones de carbono.
En este sentido, el FMI abundó que las energías renovables y con bajas emisiones juegan un papel fundamental para la estrategia.
Además, consideró que es necesario que el país incremente el impuesto al carbono a 50 dólares por tonelada, situación que sería coherente en líneas generales con los objetivos de las autoridades en materia de emisiones.