La calificadora Japan Credit Rating Agency dio una bocanada de oxígeno a la política energética que impulsa el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
La agencia mantuvo la calificación del país en A-, pero cambió la perspectiva de negativa a estable.
En el apartado de las acciones del sector energético, emprendidas por la Cuarta Transformación, la calificadora señaló que los planes del Ejecutivo se destinan a fortalecer a las empresas estatales.
Además, consideró que la administración federal tomó “opciones políticas realistas” para reforzar a Petróleos Mexicanos, como permitirle hacerse cargo de las refinerías de petróleo en el extranjero, en referencia a la planta procesadora de Deer Park, en Texas, cuya compra se concretó en enero de este año.
La perspectiva de la compañía japonesa contrasta con las posturas de sus pares estadounidenses Fitch, Moody’s y Standard & Poor’s, quienes han señalado los posibles deterioros en la economía nacional, a partir de los cambios en distintas áreas del sector energético.
Además, Japan Credit Ratings recordó que el gobierno federal implementó medidas para reducir la carga fiscal de Pemex en el mediano plazo, para que asuma el papel principal en el desarrollo petrolero en el upstream.