Desde principios de octubre y al menos hasta el 4 de diciembre, la refinería Francisco I. Madero de Pemex ha operado de forma intermitente y prácticamente se ha mantenido detenida, debido a que la planta está saturada, aseguró Gonzalo Monroy, director de la consultora GMEC.
En octubre de este año, de acuerdo con reportes de Pemex, la planta produjo apenas tres mil 155 barriles diarios, de una capacidad de 177 mil barriles.
El problema que enfrenta en este momento la planta ubicada en Tamaulipas es que la dieta de crudo que utiliza no es la adecuada, dijo el especialista, pues utiliza crudo tipo Maya, es decir, aceite pesado, lo que “tapa” a la refinería y obliga a frenar la producción.
“La refinería viene corriendo únicamente con crudo Maya y eso tiene una serie de características. La primera es que la refinería como tal requiere inversiones para correr de manera sostenida a 80 por ciento requiere al menos cuatro mil 500 millones de dólares. Ese dato es de un estudio que sacamos en 2022. En este sexenio se han invertido 400 millones de dólares por refinería, así que una décima parte es insuficiente para las necesidades reales de la refinería”, comentó.
La planta requiere mayormente mantenimiento correctivo, dijo el especialista, pero gran parte de la inversión que ha hecho el gobierno, ha sido en la parte de catalizadores, donde se va más de 70 por ciento del presupuesto asignado.
Además, el problema de utilizar crudo pesado en la refinería de Madero es que no es una mezcla óptima, lo que congestiona la planta combinada, que se encarga de calentar el crudo para iniciar con el proceso de destilación, que separa el crudo en sus diferentes componentes.
“El gran problema es que se obtiene un lodo y no tiene viscosidad y eso termina congestionando la planta, y la afectación es mayor porque se tiene que detener la planta combinada, y la entrada de crudo, volver a calibrar la planta y volver a empezar, lo que detiene todo el proceso”, advirtió.
Es probable, dijo, que el promedio de producción de la planta en noviembre suba a 10 mil barriles, pero apenas representaría siete por ciento de la capacidad de producción de la Refinería de Madero, establecida en 177 mil barriles diarios.
Un problema adicional que enfrenta la planta de Madero es que requiere inversiones adicionales al cierre de año, cuando generalmente los recursos de inversión ya se agotaron.
“A menos de que haya una transferencia adicional de recursos de Hacienda, no se ve que Pemex tenga un guardadito” para atender el mantenimiento de la planta.
Para Fluvio Ruiz, especialista del sector energético, es necesario revisar la calidad del crudo con el que se alimentan las refinerías.
“Habría que ver si no es necesario disminuir la exportación de crudo ligero, que es para la que están diseñadas las refinerías y hacer las mezclas adecuadas para que pueda haber una producción eficiente y también revisar cuáles son los mejores catalizadores, y hacer más eficientes los procesos de las refinerías que están en operación”, comentó.