Redacción / Energía a Debate
La refinería y la central termoeléctrica de Tula en conjunto generan 33% más dióxido de azufre (SO2) que todo el Valle de México y son consideradas como las instalaciones más contaminantes del país, expusieron esta mañana grupos de la sociedad civil.
Por lo anterior, representantes de organizaciones enfocadas a temas de sustentabilidad y cambio climático advirtieron que ambas plantas, ubicadas en el estado de Hidalgo, inundan de contaminantes a la megalópolis de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM).
Refirieron que la planta termoeléctrica “Francisco Pérez Ríos” de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que utiliza en sus operaciones gas natural y combustóleo, es una significativa fuente de emisiones de partículas finas (PM2.5) y la principal fuente de bióxido de azufre, característica que la coloca como la segunda central eléctrica entre las 500 mayores emisoras de SO2 que operan en México, Estados Unidos y Canadá.
El Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire (OCCA), conformado por GreenPeace, El Poder del Consumidor, la Iniciativa Climática de México (ICM), el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) y la Plataforma México, Clima y Energía (PMCE), convocó a conferencia de prensa para exponer los riesgos que representan las dos instalaciones energéticas para la salud y la calidad de vida de los más de 20 millones de habitantes de la ZMVM.
(Fuente: OCCA)
Stephan Brodziak, de El Poder del Consumidor, consideró que si se logra que la planta de la CFE utilice solamente gas como combustible y deje de usar combustóleo, se reducirán las enfermedades respiratorias y la mortalidad prematura en la Zona Metropolitana.
“El material particulado se va hacia los alveolos pulmonares, es tan pequeño que pasa al torrente sanguíneo y el bióxido de azufre, agrava enfermedades pulmonares”, detalló.
Por su parte, Adrián Fernández Bremauntz, director ejecutivo de ICM, expuso que México cuenta con por lo menos 20 años de datos de monitoreo atmosférico y ejercicios de modelación, así como ejercicios de campo de gran escala como la Campaña Milagro, que permitieron demostrar de manera muy consistente que las emisiones generadas en el complejo industrial de Tula, y en particular la operación permanente de la planta eléctrica, contribuyen de forma muy importante al deterioro de la calidad del aire en la Megalópolis.
Los principales hallazgos de dos décadas de investigaciones en la materia resaltan que:
–> Las emisiones de la planta termoeléctrica de Tula afectan la calidad del aire de la ZMVM. En particular, los impactos de SO2 en la región pueden ser significativos porque las emisiones de la termoeléctrica son mucho más altas que las fuentes locales de contaminación.
–> La evaluación de la relación entre los aumentos de los niveles de PM y los cambios en el número de casos de mortalidad, infecciones respiratorias agudas y asma durante 2004-2008 en Tula, sugirió que las reducciones de la contaminación del aire de fuentes industriales en la región de Tula beneficiarían la salud de la población expuesta.
–> Ejercicios de modelación de la dispersión de contaminantes y de la calidad del aire han mostrado que los impactos en los niveles en superficie de SO2 en la ZMVM están fuertemente ligados a los patrones de vientos predominantes provenientes del complejo de Tula. Hoy se conoce que más de la mitad de los impactos en las concentraciones de SO2 en la ZMVM proveían de la planta termoeléctrica de Tula.
–> Los resultados de análisis estadísticos en el 2009 sugerían que el impacto de largo plazo de las emisiones de SO2 de la región Tula-Tepeji en la Ciudad de México se aproximaba al 60 % en cuanto a concentraciones totales de SO2 durante eventos de concentración extremos.
–> Durante una campaña de monitoreo ampliado de la calidad del aire en noviembre de 2013 a abril de 2014 se observó que las partículas PM1 en el norte de la ZMVM fueron persistentemente ácidas durante noviembre y diciembre, a diferencia de los meses más cálidos. Esto pudo deberse a una mayor humedad relativa, una temperatura más baja y vientos más frecuentes con altos niveles de NO provenientes de la termoeléctrica de Tula.
Por lo anterior, el OCCA solicitó a la Secretaría de Energía (Sener) y a la CFE que se comprometan a poner en marcha de forma inmediata un plan que permita dotar de suficiente gas natural a la planta termoeléctrica para que pueda operar en un 100% con este combustible y que se cancele de manera definitiva el uso de combustóleo en esta instalación.
Con esta medida mejorará de forma significativa tanto la calidad del aire en la región de Tula-Tepeji como en el total de la Zona Metropolitana del Valle de México.
Por último, los representantes de los ONGs adelantaron que en breve se conformará un grupo de trabajo especializado junto con distinguidos académicos para dar un seguimiento puntual a los impactos causados por la Termoeléctrica y para insistir en la urgencia de cancelar por completo el uso de combustóleo en la planta termoeléctrica.