Sonora, la muestra del fracaso

Hace unas semanas el gobierno de Sonora anunció un incremento al subsidio que se aplicará a las tarifas domésticas de los sonorenses.

Dicho en otras palabras, anunciaron que el dinero que debe usarse en asuntos como salud, educación y/o seguridad se usará en hacer creer a la gente que paga menos por su energía eléctrica. En engañarlas, vaya.

¿Por qué digo engaño? Simple, porque en la factura pagamos una parte del costo de recibir energía, pero la otra la pagamos en subsidios que salen de los propios impuestos.

El subsidio nació hace varios sexenios, pero con la Ley de la Industria Eléctrica de 2014 se generó un modelo para desaparecerlo paulatinamente. El modelo era muy simple: comprar la energía a quien más barata la venda.

¿De dónde viene la energía que nos vende CFE a las casas y por qué cuesta lo que cuesta?

El origen y costos en marzo pasado, según la Comisión Reguladora de Energía, fueron estos:

• 42 por ciento de la energía vino de CFE, a costo de 1,879 pesos por megawatt-hora (MWh);
• 34 por ciento vino de productores privados contratados antes de 2015, por 1,119 pesos por MWh;
• 16 por ciento vino del Mercado Eléctrico y costó unos 1,251 pesos por MWh;
• Finalmente, 5 por ciento de la energía provino de centrales privadas contratadas en subastas y nos costó 505 pesos por cada MWh.

A todos estos costos hay que sumar los Certificados de Energía Limpia, potencia, transmisión, distribución, la cuota de operación de la red y los costos de la venta, entre otros.

Si toda la energía que se compra a CFE (la más cara) y la de mercado eléctrico se contratara en subastas al mismo costo promedio (505 pesos), usted por la luz no pagaría 100, sino 50 pesos. Si al final se pagara toda la energía que nos vende CFE a costos de subastas, se pagarían 35 pesos. Pero para eso tienen que pasar muchas subastas y muchos años.

El ahorro por regresar las subastas crecería de forma paulatina y sería mayor, pues el costo de 505 pesos por MWh engloba proyectos de tres las subastas realizadas. Y la tercera subasta tuvo un costo promedio de 360 pesos.

¿Cuál habría sido el ahorro este año de haber hecho las subastas necesarias de ley?

Solo por meter a subastas sus compras para no adquirir energía en Mercado Eléctrico, CFE-SSB habría pagado en marzo 3,185 millones de pesos menos.

Esto habría tenido además otros efectos, como incrementar la capacidad instalada de generación y la reserva, y todos los efectos que esto tiene. Pero en lugar de ir a subastas, decidieron mantener la generación cara y engañar al ciudadano con subsidios.

¿Cuáles serían los números de mantener las subastas? Lo analizaremos la semana siguiente; pero mientras, subsidios como el de Sonora no son más que una consecuencia de la mala política energética. Una muestra del fracaso.

“Subsidios como el de Sonora no son más que una consecuencia de la mala política energética”.

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