Introducir nuevas tecnologías más limpias, renovar las flotas vehiculares de transporte de carga de mercancías y de pasajeros, y elaborar políticas y reglamentos adecuados, son algunas de las medidas que se pueden adoptar para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y partículas suspendidas en el sector transporte, coincidieron expertos.
Una de las tecnologías que pueden ayudar a tener un transporte más limpio es la introducción del hidrógeno verde, especialmente para vehículos de grandes recorridos, dijo este martes Eduardo Olivares Lechuga, del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC).
“Puede migrar a cero emisiones”, aseguró durante el primer día del Foro “Flotillas Verdes”, organizado por Iniciativa Climática de México (ICM), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Agencia de Cooperación Alemanda (GIZ, por sus siglas en alemán).
Refirió que a nivel global, las emisiones del sector de transporte de carga de mercancías y de personas son las que crecen a una tasa más alta que las de otros sectores, ya que en promedio aumentan un 2.5%.
A nivel mundial, se prevé que el movimiento de mercancías crecerá 430% para 2050 en los países en desarrollo y sus contaminantes climáticos superarán en las próximas dos décadas a los del transporte de pasajeros, dijo el especialista. “El transporte de carga a menudo es ineficiente en los países en desarrollo”, agregó.
En México, detalló, el transporte de carga es responsable de la emisión de aproximadamente 10 millones de toneladas anuales de carbono negro y, tanto solo en el año 2020, emitió 200 millones de toneladas. “Por tanto, es un sector muy relevante para la reducción de los gases de efecto invernadero (GEI)”, añadió.
Olivares Lechuga también recordó que en las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC, por sus siglas en inglés) de México derivadas del Acuerdo de París, plantean una reducción de unas 45 millones de toneladas de bióxido de carbono (CO2) para el año 2030.
Destacó que en transporte, el combustible que básicamente es el único que se utiliza es el diesel, mientras que el transporte marítimo usa marino diesel y combustóleo, y el transporte aéreo quema gas avión. “Todos, mientras más carbono tengan en la molécula, la emisión es mayor”, apuntó. “La mezcla de combustóleo y diesel es mayor”.
Enlistó otras alternativas más limpias para las unidades de transporte, como los vehículos eléctricos, el hidrógeno verde y los biocombustibles, opciones para lograr un transporte de cero emisiones.
Sin embargo, señaló que el motor eléctrico es mucho más eficiente que el de combustión interna con base en combustibles fósiles, pero tiene el inconveniente del almacenamiento de energía que no permite trayectos largos, por lo que consideró al hidrógeno verde como una buena alternativa.
“El hidrógeno es una posibilidad para vehículos de largos recorridos. Puede migrar a cero las emisiones”, estimó.
Lo mismo con el biocombustible, cuyo uso tiene cero emisiones, por lo que ayudar a reducir la huella de carbono.
Respecto al gas como opción de flotillas de transporte público, comentó que es una buena opción aunque advirtió que las fugas del energético son más dañinas porque promueven el calentamiento global por el metano.
También subrayó el impulso a la Norma Oficial Mexicana NOM-044-Semarnat-2017 “Que establece los límites máximos permisibles de emisión de monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, hidrocarburos no metano, hidrocarburos no metano más óxidos de nitrógeno, partículas y amoniaco, provenientes del escape de motores nuevos que utilizan diésel como combustible y que se utilizarán para la propulsión de vehículos automotores con peso bruto vehicular mayor a 3,857 kilogramos, así como del escape de vehículos automotores nuevos con peso bruto vehicular mayor a 3,857 kilogramos equipados con este tipo de motores”.
Esta disposición, entre otras cosas, establece la obligatoriedad de que los vehículos a diesel, como los autobuses y tracto camiones, incorporen sistemas de filtrado de partículas, conocidos como DPF. “Un filtro puede ayudar a reducir hasta 99% las partículas de un motor diesel”, resaltó Olivares.
Durante la inauguración del evento, Tonatiuh Herrera Gutiérrez, subsecretario de Fomento y Normatividad Ambiental de la Semarnat, citó que de acuerdo con el Inventario Nacional de Emisiones de México 2016, del total de emisiones de los vehículos automotores, el transporte pesado es responsable del 40% de los óxidos de nitrógeno y 80% de las partículas pm 2.5.
Estas emisiones, apuntó, impactan a la salud pública, el medio ambiente, en especial en aquellos que son más vulnerables.
También dijo que los vehículos a diesel contribuyen con el 24% del total nacional de emisiones de partículas de carbono negro.
En el mismo sentido, Adrián Fernández Bremáuntz, director ejecutivo de ICM, hizo énfasis en que la contaminación por partículas se ha identificado como el principal problemas en las grandes ciudades, de manera que dijo que controlar las emisiones de las flotas de carga y otros vehículos a diesel resulta una de las medidas más costo-efectivas.
Por ello, resaltó la importancia de impulsar las llamadas “flotillas verdes”. “Si logramos que vaya caminando de manera razonablemente acelerada, se constituye sin duda en una de las diez principales medidas que nuestro país puede implementar como parte de ese portafolio que en los siguientes años tendremos que reportar ante la comunidad internacional de cómo vamos avanzando en el cumplimiento de nuestras Contribuciones Nacionalmente Determinadas, esto es, las metas que ofrecimos en París”, concluyó.