Seguridad vial y un transporte público eficiente y ordenado son dos de las prioridades que están impulsando organizaciones ciudadanas de ciclistas en el país para desarrollar una movilidad sustentable y alternativa, con bajo impacto ambiental.
El 17 de mayo de este año, se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial (LGMSV), una disposición que pretende ser un marco de referencia para que los estados de la República regulen la movilidad urbana priorizando al peatón y otras formas alternativas de moverse.
En la Ley se establecen las jerarquías de movilidad, empezando por el peatón, luego las bicicletas y otros medios no motorizados, después el transporte público de pasajeros, posteriormente el transporte de bienes y mercancías para quedar en último lugar los vehículos motorizados particulares.
Sin embargo, de acuerdo con organizaciones de ciclistas consultadas por Energía a Debate, existen numerosos retos aún para que el uso del automóvil ceda al de las bicicletas. Uno de ellos es la seguridad vial para los usuarios de las “bicis”.
“Tenemos 40 personas que pierden la vida en todo el estado, casi la mitad en Mérida”, dijo Everardo Flores Gómez, presidente de CicloTurixes.
Esta es una organización de ciclistas de la ciudad de Mérida, capital de Yucatán.
“La seguridad del ciclista es el tema principal, pero también la recuperación de los espacios públicos”, agregó y señaló que la intención de la organización que representa también es recuperar el uso de la bicicleta en la entidad para que no se convierta en un “espacio inerte” exclusiva para automóviles.
Refirió asimismo que desde hace unos 30 años aproximadamente en la capital yucateca se dejó de utilizar la bicicleta como medio de transporte común, dando paso al creciente número de automóviles particulares.
También mencionó que las bicicletas tienen presencia desde hace más de 100 años en el estado, a diferencia de otras entidades con menor historia. Ahí se encuentra una bicicleta en 4 de cada 10 hogares, según citó Flores Gómez cifras a 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Incluso presumió que Yucatán ocupa el primer lugar en el uso del llamado triciclo –bicicletas con adaptación en la parte frontal de una canasta con dos ruedas para transportar mercancías– para el traslado de productos agrícolas, como maíz y hortalizas.
Respecto a la LGMSV, comentó que el estado ya cuenta con su propia ley de movilidad, pero faltan muchas cosas por resolver.
“Sabemos que no es la panacea, pero también empujamos otras partes como el transporte público eficiente, aunque sea a diesel”, explicó el presidente de la asociación, cuyo nombre en maya, turixes, significa “libélulas”.
Un reto es que el transporte público no es un asunto de cada municipio, sino del gobierno estatal. “Eso hace que las facultades del municipio se vean limitadas”, lamentó y calculó que tan solo Mérida necesitaría unas 50 rutas.
Destacó que, con motivo de la construcción del Tren Maya, una de las obras emblemáticas del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, en la capital yucateca se instalarán dos líneas de transporte eléctrico, una al oriente y otra al poniente, toda vez que la obra del tren rodearán la ciudad.
Por su parte, Mariel Yee, de Sinaloa, subrayó que existe un número elevado de muertes de ciclistas, principalmente por el incremento en el número de automóviles y la costumbre de manejar a exceso de velocidad incluso en avenidas secundarias y calles.
Por ello, igualmente consideró que es necesario el reordenamiento en movilidad en Culiacán, capital de Sinaloa, y un sistema de transporte público ordenado y seguro.
Mariel es coordinadora de proyectos de TI para el colectivo de Mujeres Activas Sinaloenses, AC, y activista impulsora de la movilidad sustentable, como la bicicleta, en Culiacán,
Indicó que su organización junto con otras está promoviendo reformas a la ley local en materia de movilidad para armonizarla con la LGMSV.
En diferentes espacios, Mariel se ha pronunciado por un reordenamiento de las rutas del transporte público y ha advertido que el sistema de organización que tienen los concesionarios obliga a los operadores de las unidades a manejar a velocidades muy altas, poniendo en riesgo a los ciclistas y peatones, un punto en el que coincidió con Everardo Flores de Mérida.
De su lado, Agustín Martínez, presidente de la organización civil Bicitekas de la Ciudad de México, aseguró contundente:
“El principal factor para que una persona no se mueva en bici es la inseguridad vial”.
Al igual que Mérida y Culiacán, la organización en la CDMX pretende que se establezca un sistema de transporte público integrado en el que se incluya el uso de la bicicleta.
Al conversar con Energía a Debate, además de la seguridad de los usuarios de bicicletas, Martínez también destacó que un problema adicional de la capital del país, como la mayoría de las megalópolis del mundo, es el alto nivel de emisiones contaminantes por el uso de vehículos automotores.
En una unión de esfuerzos más amplia, la Coalición Ciudad Segura, además de promover e impulsar la LGMSV, también creó el Observatorio Ciudadano por la Calidad del Aire (OCCA), una organización no gubernamental que mide la calidad del aire en el Valle de México, así como impulsa políticas públicas para mejorar el ambiente en el centro del país.
“La principal agenda es dejar de usar el auto”, indicó Agustín Martínez, toda vez que en la capital circulan diariamente 5 millones de unidades, con un grave impacto en la salud.
“También es posibilidad de movernos, incrementar la productividad por aminorar tiempos de traslado, ganar espacio y salud emocional”, expresó.
Infraestructura
Regresando a Mérida, Everardo Gómez de CicloTurixes comentó que por el momento existen unos 70 kilómetros de ciclovías, pero estimó que harían falta otros 70 más. Por lo pronto, el gobierno estatal actual se ha comprometido a que al menos 10 por ciento de las vialidades cuenten con un espacio para las bicicletas.
Al respecto, Mariel Yee dijo que Culiacán es deficiente en infraestructura para la ciclomovilidad, ya que solo existen aproximadamente dos kilómetros. A futuro, añadió, hay un proyecto para conectar las ciclovías de las tres principales vialidades.
La Ciudad de México en su caso ha desarrollado en los últimos años poco más de 200 kilómetros de ciclovías tanto en vías primarias como en secundarias. Según cifras de la administración local, se planea que para 2024 esta cifra alcance los 400 km.
Agustín Martínez, de Bicitekas, estimó que es necesario dar más espacio a las bicicletas, ya que apuntó que 70 por ciento de los habitantes de la capital se mueve a pie, en bicicleta o en transporte público, mientras que solo 3 por ciento lo hace en automóvil, pero la proporción en espacio ocupado y en emisiones es inversa. “La minoría que se mueve en coche contamina más y ocupa más espacio”, aseguró.
Redignificar la bicicleta
Everardo Flores y Mariel Yee plantearon un problema que han detectado en sus entidades. Actualmente la bicicleta es vista como un medio de transporte de gente pobre, sin recursos y solo para personas que se dedican a oficios.
“Hay estigma de que el que tiene bici está jodido y que no tiene ni para el camión, sobre todo en Mérida”, contó Flores.
“Es parte del trabajo que hemos estado haciendo en estos años. Es demostrar que no es una cosa solo para albañiles, jardineros, obreros, sino que cualquiera puede hacer uso de la bici”, agregó con respecto a la campaña que realiza su organización para impulsar este medio de transporte.
Mariel expuso una situación similar en su natal Culiacán. Sin embargo, en la capital del país la situación es otra, hay más aceptación e, incluso, podría decirse que el ciclista está de moda.
Sin embargo, en los tres casos consultados entre los vecinos hay una tendencia a resistirse a la ampliación de los accesos exclusivos a bicicletas, en la mayoría de los casos bajo el argumento de que quitan espacios públicos.
Educando al ciclista
En Culiacán, Mariel junto con sus compañeras activistas están promoviendo la Biciescuela, con el fin de enseñar a la gente a andar en bicicleta en ciudad, con el tráfico y la infraestructura presentes y, sobre todo, a respetar al peatón.
En la CDMX, ya con larga tradición en cuanto a organización civil en pro del transporte alternativo, Bicitekas ha impartido cursos de ciclismo urbano, promovido foros nacionales e internacionales y editado folletos de distribución gratuita para educar al ciclista.
Por último, al final, las tres organizaciones con las que conversó este medio también coincidieron en que es necesaria, además de la participación activa de la ciudadanía, la voluntad política y la acción de las autoridades locales.
“El apoyo a la movilidad sustentable no solo ayuda al medio ambiente, sino al ordenamiento y las formas de convivencia en la ciudad”, ha dicho Mariel en diversas ocasiones.