México podría alcanzar un consumo anual de 42 kilotoneladas de hidrógeno verde para 2030 en el sector autotransporte, volumen que podría aumentar al millón 631 mil para 2050, según estimaciones compartidas por la Asociación Mexicana del Hidrógeno (AMH2).
En el camino, según datos de diversas instituciones nacionales e internacionales recabados por la Asociación, para 2040 el país podría tener un consumo de 606 kilotoneladas por año en este segmento.
“Yo creo que va a llegar más rápido la posibilidad a vehículos pesados dada la necesidad de descarbonización de la industria del transporte”, comentó Israel Hurtado, presidente de la AMH2.
En conversación con Energía a Debate sobre las perspectivas del hidrógeno “verde” en México, Hurtado agregó que las empresas relacionadas con el transporte pesado, como el de personas y de mercancías, tienen un amplio margen de oportunidad para emigrar al hidrógeno, toda vez que para ellas es muy importante dejar de utilizar diésel y gasolina y con ello reducir sus emisiones.
Con cifras estimadas en 2023, el organismo calcula que el parque vehicular del país que podría utilizar hidrógeno verde en 2030 –considerando autos ligeros y SUV, autobuses de pasajeros y camiones de carga de empresas medianas y grandes— tendría una participación de 0.1 por ciento, un porcentaje pequeño si se toma en cuenta que el número de unidades sustituidas llegaría a las 33 mil.
Sin embargo, en los siguientes diez años podría aumentar a 0.6 por ciento con 498 mil vehículos para después alcanzar 1 millón 355 mil en 2050, representando 1.3 por ciento del parque vehicular total.
Por número de unidades sustituidas, los autos ligeros y las SUV tienen las mayores cifras, ya que al 2050 podrían ubicarse en las 891 mil unidades, o 1.0 por ciento del total de ese tipo de vehículos, pero el rubro de mayor crecimiento es el del transporte público, ya que para ese mismo año tendría una participación de 16 puntos porcentuales del total de camiones y autobuses circulando.
A la Asociación pertenecen algunas marcas relacionadas de manera directa o indirecta con el segmento de la movilidad, como Cummings, Mitsubishi y Traxion, por mencionar algunas.
Entre todas ellas trabajan en el Comité de Movilidad justamente para impulsar el tema de movilidad.
Regiones con potencialidades
En la entrevista, Israel Hurtado comentó sobre las potencialidades de las distintas regiones del país para proyectos de hidrógeno verde con base en sus vocaciones principalmente industriales.
“Tenemos áreas con vocaciones más claras que otras. Bajío puede tener la vocación por todo el tema automotriz que hay y también el tema de la manufactura relacionada”, ejemplificó.
Igualmente, en el tema de movilidad, mencionó los corredores industriales automotrices, como el de Ramos Arizpe, Coahuila, o la industria pesada asentada en el estado de Nuevo León, todas ellas por descarbonizar sus operaciones de manufactura para desplazar los combustibles fósiles por hidrógeno o mezclarlo con el gas natural.
En el Sur-Sureste del país, por el otro lado, se encuentran las mayores áreas de oportunidad para desarrollar proyectos de hidrógeno verde dado su potencial para la generación de energía renovable, principalmente eólica, como es el Istmo de Tehuantepec.
“Ahí tenemos estas vocaciones que sí están identificadas y los proyectos que hay en marcha en México contemplan diferentes usos y aplicaciones, por ejemplo, Oaxaca, el proyecto para producción de hidrógeno, para transporte marítimo”, refirió el presidente de la AMH2.
Un informe del Foro Económico Mundial de agosto pasado destaca que en México la investigación sobre el hidrógeno verde está financiada tanto por el sector público, como por el privado, pero subraya que los Certificados de Energía Limpia (CEL) que se otorgan a fuentes de generación eléctrica limpia podrían ayudar a fondear estos proyectos.
“Los certificados de energía limpia (CEL) podrían ofrecer potencialmente beneficios financieros a los proyectos de hidrógeno si el hidrógeno producido se utiliza para la generación de energía y cumple con los criterios descritos por la Ley de la Industria Eléctrica, lo que permite clasificarlo como energía ‘limpia’”, indica.