Ulises Juárez / Energía a Debate
El Centro de Investigación de Energía de Asia-Pacífico (APERC, por sus siglas en inglés) presentó la 7ª edición del estudio “Perspectivas energéticas de la región APEC”, en el cual dio a conocer las proyecciones en producción y consumo de energía al 2050, con una línea base del 2016, en los 21 países que conforman la zona de la Cooperación Económica de la región Asia-Pacífico (APEC), a la cual pertenece México.
En la presentación realizada este jueves en el Senado de la República, Diego Rivera Rivota y Thomas Willcock, miembros del equipo de autores líderes, explicaron que el documento pretende prever la producción y el consumo de energía en los países que conforman la Cuenca del Pacífico con un horizonte al 2050.
Para este propósito, el documento plantea tres escenarios que determinarán el panorama energético en la región para dentro de 34 años.
El primer escenario tiene como línea base la producción y el consumo de energía del 2016 y considera las mismas pautas de ese año. Es un escenario conservador.
El segundo escenario toma en cuenta las acciones y programas para reducir la intensidad energética y aumentar la producción de energía a partir de fuentes renovables.
El tercero consiste en realizar todas las acciones necesarias para lograr las metas del Acuerdo de París para combatir el cambio climático y reducir las emisiones.
Para ello, en el plazo objeto del estudio se deberán desarrollar las tecnologías que en la actualidad todavía no son comercialmente viables, especialmente las relacionadas con la captura del carbono y los sistemas de almacenamiento de energía.
Willcock y Rivera coincidieron en que para el 2050, tanto en la zona de la APEC como en México, habrá un crecimiento en la demanda y consumo de energía debido al aumento del Producto Interno Bruto (PIB) regional y local, ambos de la mano con el crecimiento poblacional.
Rivera Rivoto explicó que en México la energía eólica ha crecido más que la solar, al contrario de lo que sucede en el resto de la APEC. Por ejemplo, Japón tiene el doble de capacidad de generación que México, considerando que la mitad del año está nublado en aquel país.
También prevé que la producción de petróleo y gas aumentará por una mayor producción de los shale, así como una mayor participación en la producción de hidrocarburos por parte de los privados.
En los escenarios alternativos, especificaron, habrá más eficiencia de energía en transporte por lo que la demanda de petróleo se reducirá.
Sin embargo, en el escenario más ambicioso (relativo a los compromisos del Acuerdo de París), México requerirá de la transformación drástica en todos sus sectores energéticos, especialmente en el transporte al impulsar más el transporte público y desincentivar el privado, además contar con más trenes eléctricos.
Asimismo, la demanda de gasolinas y otros combustibles fósiles se reducirá, por lo que ya no serán necesarias sus importaciones. La eficiencia energética sería el elemento más importante, destacó Rivera.
Los expertos del panel coincidieron en que México solamente así podrá cumplir con sus compromisos internacionales en materia de cambio climático y emisiones de gases de efecto invernadero.
En la presentación de los resultados del estudio de la APERC participaron Francisco Xavier Salazar Díez de Sollano, coordinador de la Confederación Internacional de Reguladores de Energía; Adrián Katzew Corenstein, director general de ZUMA Energía, y el senador Raúl Bolaños-Cacho Cué, secretario de la Comisión de Energía de la Cámara de Senadores.
La organización el evento estuvo a cargo del Centro de Estudios Internacionales “Gilberto Bosques” del Senado, el APERC y el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi).
Consulte aquí las presentaciones y documentos electrónicos correspondientes.