La reforma eléctrica del Ejecutivo federal es una “mala idea” y es necesario anteponer el factor técnico por el político e ideológico, coincidieron expertos.
“Es una muy mala idea esa reforma y nos tenemos que enfocar en el verdadero problema que es en fortalecer a la CFE”, dijo Mariana Campos, coordinadora del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas en la organización no gubernamental México Evalúa.
Durante el Foro “Reforma energética sí, pero esa no”, organizado por el Wilson Center y México Evalúa, Campos estimó que de aprobarse la reforma presentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, en los términos en que está planteada, el costo de la electricidad aumentaría en un 50%.
Este incremento, agregó, tendría que pagarse con el alza en las tarifas eléctricas o, en su caso, con mayores subsidios, ambos limitando el desarrollo de la economía del país.
Por su parte, Óscar Ocampo, coordinador del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), consideró que en la discusión de la reforma eléctrica que promueve la actual administración federal siempre habrá una tensión entre la parte técnica y la política, derivada en el fondo por la formación del propio presidente López Obrador.
“El presidente creció y se formó política y profesionalmente y eso ha forjado mucho cómo ve él más que por razones de política pública o técnicas, una parte ideológica. Y esa tensión siempre va a existir”, señaló el especialista durante el foro.
Sin embargo, Ocampo también expresó que el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC) podrá moderar la política del mandatario federal, toda vez que este acuerdo es uno de sus legados.
“El presidente López Obrador ve el TMEC como un valor de estabilidad”, aseguró. “El TMEC es algo que modera a la actual administración. Hay que recordar que el TMEC en el fondo es un legado de López Obrador, quien concluyó la negociación fue la administración de López Obrador y ese es uno de los legados más importante y positivos de esta administración”.
Al respecto, Edna Jaime, directora general de México Evalúa, afirmó que el meollo de la discusión es lo político y se pronunció por que la técnica esté al servicio de la política, pero que ésta asuma criterios técnicos.
“Necesitamos que la técnica esté al servicio de la política, pero necesitamos también que la política asuma criterios técnicos porque su función es generar el mejor resultado social posible en la interacción entre todos nosotros”, asentó.
Respecto a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Edna Jaime manifestó que la reforma constitucional de 2013 es viable, pero para ello es necesario redefinir la vocación de la CFE y cómo hacerla rentable.
“No podemos matar al país por salvar una empresa. Pero busquemos la manera de salvar a la empresa y darle un rol que está llamado a desempeñar en nuestro sistema”, dijo.