La suspensión de las inversiones de las petroleras Wintershall, BP, Shell, ExxonMobil y Total Energies, causaron pérdidas conjuntas acumuladas por 38 mil 485 millones de dólares durante el primer trimestre de este año.
Aunque la mayoría de las empresas mantuvieron resultados positivos durante el primer trimestre, el impacto fue sensible, especialmente para la británica BP.
En este sentido, la petrolera que dirige Bernard Looney reportó 25 mil 500 millones de dólares en pérdidas por su salida de Rusia, aunque lograron compensar una parte, para cerrar el trimestre con una caída de 20 mil 400 millones de dólares.
La alemana Wintershall reportó una pérdida estimada en mil 585 millones de dólares por la conclusión de sus actividades en el territorio ruso, pero logró moderar la pérdida neta a mil millones de euros en los primeros tres meses del año.
Sin embargo, hubo otras compañías más afortunadas, como es el caso de Shell, que pese a reportar una pérdida de tres mil 900 millones de dólares por bajar la cortina en Rusia, acumuló una utilidad de nueve mil 130 millones de dólares.
En el caso de ExxonMobil, que retiró sus inversiones del proyecto de gas ruso Sakhalin-1, donde tenía una alianza con la Federación Rusa, el costo por salir del campo alcanzó tres mil 400 millones de dólares, aunque logró una ganancia neta estimada en cinco mil 500 millones de dólares en el primer trimestre.
Por otra parte, el impacto para Total Energies alcanzó cuatro mil 100 millones de dólares en “pérdidas por deterioro”.
Patrick Pouyanné, el CEO de la empresa de energía de origen francés, aseguró que la compañía detuvo sus inversiones en Rusia e inició una salida gradual de ese mercado.