Los precios internacionales del petróleo acumularon seis meses consecutivos al alza, impulsados por la expectativa de una mayor demanda de petróleo por la recuperación económica y las sanciones contra Rusia.
Al cierre de la última jornada de mayo, el precio del West Texas Intermediate se ubicó en 115.46 dólares por barril, lo que representó un incremento de 10.30 por ciento en relación con el cierre de abril.
En los últimos seis meses, el precio del hidrocarburo de referencia de Estados Unidos acumula un alza de 74.27 por ciento.
En el mismo sentido, el Brent europeo concluyó el mes en 122.84 dólares por barril, lo que representó un alza de 12.35 por ciento en comparación con el cierre de abril.
De acuerdo con Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base, en mayo los precios fueron impulsados principalmente por cinco factores.
El primero de ellos es la expectativa de una mayor demanda de petróleo ante la reducción de las medidas de confinamiento por la nueva ola de Covid en China, así como por el inicio de la temporada de verano en Estados Unidos, con la celebración del Memorial Day, que tuvo lugar el 30 de mayo.
En segundo término, la especialista señala que la producción de petróleo de Rusia cayó nueve por ciento en abril en comparación con la extracción de crudo de marzo.
El tercer factor fue el embargo al hidrocarburo ruso por parte de la Unión Europea, situación que formó parte de un sexto paquete de sanciones contra Moscú, desde el inicio de su intervención militar contra Ucrania.
Por otra parte, el mercado también resultó afectado por la recomendación del Comité Ministerial de Monitoreo Conjunto de la OPEP y sus aliados (OPEP+) quienes dijeron que continuarán con el incremento ya planeado de 432 mil barriles diarios para junio.
Sin embargo, la OPEP+ se ha visto imposibilitada para alcanzar los topes de producción, debido a que la extracción en naciones como Libia y Nigeria se ha mantenido a la baja, a causa de interrupciones generadas por problemas políticos y menor inversión.
Finalmente, las represalias del gobierno ruso en el suministro de gas también impulsaron los precios de los hidrocarburos al cortar la entrega de la materia prima a algunas empresas de Alemania, Polonia, Finlandia, Bulgaria y Países Bajos.