Los reguladores independientes tienen una labor compleja y pertenecer a ellas no es tarea fácil bajo las condiciones ideales.
Tener un puesto en estos espacios representa el riesgo de pisar muchos callos de todos colores y sabores.
En la Cuarta Transformación es todavía más complejo, y peor en la Comisión Reguladora de Energía.
Uno de los puestos clave dentro del regulador es el secretario técnico, pues su labor es funcionar como filtro en los asuntos que tratan los comisionados en las sesiones de Consejo.
En el caso de la CRE, en menos de cuatro años ya llevan tres secretarios técnicos. La semana pasada renunció Guillermo Vivanco Monroy, y tendrá que ser sustituido en el organismo regulador más cuestionado de la 4T. El que venga se sacará la rifa del tigre, pues además del complejo entorno en el sector, empezará a enfrentar un intenso entorno electoral, que no terminará sino hasta las elecciones presidenciales.
Panorama negro para Pemex
Las finanzas de la petrolera no levantan, y la calificadora internacional Fitch Ratings advierte que será complicado que mejore, debido a la “obstinación” del gobierno por obtener recursos de la empresa.
Mientras tanto, la compañía enfrenta vencimientos de deuda de 21 mil millones de dólares entre julio de este año y junio de 2023. La solución es pagar, o bien, patear el bote, algo que es un común denominador de Pemex, con el pequeño detalle que hoy el servicio de la deuda, es decir, los intereses, son más altos que en el sexenio anterior, debido a la caída en las calificaciones de la petrolera, de las cuáles dos agencias internacionales la ubican en “bono basura”, y las altas tasas de interés mundiales, que persiguen disminuir la alta inflación que le pega a los habitantes del planeta.
Costo político
Entre el inicio del sexenio y el 2023, la 4T ha tenido que pagar un costo político en la Comisión Federal de Electricidad.
Entre 2019 y 2023, el presupuesto de jubilaciones y pensiones del organismo se elevó nada más 20 mil millones de pesos, más o menos, mil millones de dólares.
El Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana, de Víctor Fuentes del Villar, vendió caro el apoyo a la contrarreforma eléctrica y las trabas a los privados, pues además del incremento presupuestal, logró reducir el tiempo de servicio y la edad de jubilación para los trabajadores de la CFE, aún cuando la administración anterior había logrado darle respiro al pasivo laboral de la Empresa Productiva del Estado.
Los resultados financieros no mienten. El segundo gasto más grande de CFE después de los combustibles son las pensiones.
Amor con amor se paga, decía José José, pero también decía que el dolor con dolor se paga. Ese último le toca a usted y a mí como contribuyentes…