El jefe de Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, anunció que el bloque reforzará la protección de su infraestructura energética, después de los incidentes que provocaron las fugas de los gasoductos Nord Stream, que transportan la molécula de Rusia hacia el viejo continente.
El lunes pasado, los servicios sismológicos de Dinamarca y Suecia reportaron dos explosiones submarinas en distintos puntos de la infraestructura energética, que causaron fugas del combustible.
Ese mismo día, el gobierno ucraniano acusó que las fugas fueron causadas por “ataques terroristas” de Rusia a la infraestructura.
En un comunicado, emitido este miércoles Borrell aseguró: “toda la información disponible indica que esas filtraciones son resultado de un acto deliberado”, lo que refuerza las acusaciones de ataques rusos a la infraestructura.
Los gasoductos Nord Stream son los principales abastecedores de gas de Rusia hacia el viejo continente.
Sin embargo, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, comentó que no se podía descartar ninguna posibilidad sobre las causas del incidente en la infraestructura energética.
Dos días después del incidente, el jefe de Política Exterior de la Unión Europea comentó que el bloque apoyará cualquier investigación destinada a obtener una claridad total sobre lo que sucedió y los motivos por los que tomarán más medidas para aumentar la resiliencia en la seguridad energética.
Estas redes de gasoductos están en el centro de la disputa entre Europa y Rusia, pues el Kremlin recortó el suministro hacia occidente a través del gasoducto Nord Stream 1, antes de suspender el abasto por completo en agosto.
Moscú justificó estas acciones, pues consideró que las sanciones impuestas por Europa causaron dificultades técnicas, mientras que los funcionarios europeos aseguran que fue un pretexto para dejar de surtir gas.