La Agencia Internacional de Energía informó que por primera vez en dos décadas, el número de personas sin electricidad en todo el mundo aumentó tres por ciento entre 2020 y 2022.
De acuerdo con datos del organismo, el número de personas sin energía eléctrica aumentará 20 millones al cierre de este año, por lo que el total global se ubicará en 775 millones de humanos.
El organismo internacional señaló que el aumento en el precio de los combustibles y los alimentos está afectando de forma más profunda a los habitantes del mundo en desarrollo, pues son las poblaciones menos preparados para afrontar las consecuencias de la inflación.
“Algunos países que ya registran un aumento de la población sin acceso a la energía verán cómo se acelera esta tendencia, y los mayores aumentos se producirán en la República Democrática del Congo y Madagascar”, destacó.
Si bien es posible que se sigan produciendo modestos avances de electrificación en algunos países, éstos se producirán a un ritmo mucho menor.
El organismo que dirige Fatih Birol detalló que a nivel mundial muchas empresas de servicios carecen de fondos para desarrollar proyectos de acceso a la energía, después de haber dado prioridad a la protección de los consumidores frente al incremento internacional de los precios de los combustibles.
Por otra parte, añadió que los componentes utilizados para fabricar módulos fotovoltaico, así como las baterías están incrementándose la pasos acelerados.
El precio medio de mercado de un nuevo sistema solar doméstico (SHS) ha subido alrededor de 30 por ciento desde 2020, lo que hace que los hogares opten por sistemas más pequeños o de menor calidad.
Las ventas de grandes SHS en 2021 fueron casi un tercio inferiores a su pico de 2019, y los mayores descensos se produjeron en África oriental. Estos efectos están poniendo a las empresas de la industria sin conexión a la red bajo presión financiera, y la mayoría de las empresas indican que corren el riesgo de quiebra en los próximos tres años en las circunstancias financieras actuales.
Si se mantiene el contexto actual, organismo internacional prevé que 660 millones de personas seguirán sin acceso a la electricidad en 2030, de las cuales 85 por ciento están en África subsahariana.