La Mezcla Mexicana de Exportación cerró la semana en 62.51 dólares por barril, lo que significó una caída de 10.3 por ciento en relación con el viernes de la semana anterior.
La caída en la Mezcla Mexicana de Exportación siguió la tendencia internacional, pues el West Texas Intermediate cerró la primera semana del año con un precio de 73.68 dólares por barril, lo que significó una pérdida de 8.19 por ciento, mientras tanto, el Brent europeo cayó 8.61 por ciento, al concluir la semana en 78.5 dólares por barril.
Especialistas del sector coinciden en que los principales riesgos internacionales que están presionando a los precios del hidrocarburo son una caída en la demanda, debido a un debilitamiento económico de China, Estados Unidos y la Unión Europea, a lo que se suma la guerra entre Rusia y Ucrania como factor de riesgo para el crecimiento económico global.
En este sentido, advierte que es necesario que el potencial de recuperación de la demanda petrolera en China no se sobreestime, porque los reveses recientes fueron limitados, el mercado inmobiliario enfrenta dificultades estructurales y la demanda de combustible vehicular está expuesta a una rápida electrificación.
“La publicación de las cuotas de exportación de esta semana, que otorga otro impulso en las ventas de productos petrolíferos en el extranjero para las refinerías de ese país, podría haber aumentado la presión sobre los precios”, añade.
Además, de acuerdo con Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base, la expectativa de una mayor oferta de petróleo, con la posibilidad de que en Estados Unidos la producción aumente en promedio en 620 mil barriles diarios en 2023 también presiona a la baja a los precios del hidrocarburo.
Asimismo, el gobierno estadounidense liberó 2.7 millones de barriles de petróleo de sus Reservas Estratégicas de Petróleo la semana pasada.
Un tercer factor, coinciden los analistas, es la menor probabilidad de que se materialice una crisis energética severa durante el invierno.