América Latina está bien posicionada para emerger como un importante productor de hidrógeno de bajas emisiones, aprovechando sus abundantes recursos energéticos naturales y renovables y su combinación eléctrica en gran medida descarbonizada, considera la Agencia Internacional de Energía (AIE).
En su más reciente reporte “Revisión mundial del hidrógeno 2024”, dado a conocer este miércoles, la Agencia estima que para 2030, América Latina podría producir más de 7 millones de toneladas por año (Mtpa) de hidrógeno con una intensidad de carbono inferior a 3 kg de CO2 equivalente/kg H2, esto es, entre 3 y 4 veces menos que el uso de gas natural sin disminuir, en línea con los requisitos de varias regulaciones existentes en todo el mundo.
Sin embargo, aclaró, alcanzar este potencial en su totalidad requeriría un aumento significativo en la capacidad de generación de electricidad, equivalente al 20 por ciento de la producción actual de energía de la región, e inversiones sustanciales en infraestructura habilitante, como las líneas de transmisión.
La Agencia refirió que muchos países latinoamericanos ya cuentan con estrategias de hidrógeno con un fuerte enfoque en las oportunidades de exportación, pero dijo que es posible que estos planes deban actualizarse a la luz de la incertidumbre sobre el tamaño del mercado mundial del hidrógeno.
“A nivel mundial, no ha habido un crecimiento en los proyectos anunciados vinculados al comercio de hidrógeno y combustibles basados en hidrógeno en el último año, lo que sugiere que los desarrolladores de proyectos se han centrado en las oportunidades nacionales”, apuntó.
Y es que en el mismo informe, la AIE expone que en 2023 la demanda mundial de hidrógeno creció 2.5 por ciento con respecto al año anterior, pero el hidrógeno limpio tuvo una participación marginal.
Manifestó que mientras la demanda global llegó a las 97 Mt, la producción de hidrógeno de bajas emisiones no llegó a 1 Mt en el mismo año.
La proyección al 2030 es que se produzcan 49 millones de toneladas al año de hidrógeno limpio.
Las oportunidades en LatAm
El organismo internacional señaló que las oportunidades para América Latina se encuentran principalmente en la refinación y la producción de amoniaco, que ofrecen aplicaciones inmediatas a gran escala.
En el caso del amoníaco, el desarrollo de las capacidades de producción nacional ayudaría a reducir la dependencia de las importaciones de fertilizantes en una región en la que la agricultura contribuye significativamente al producto interior bruto nacional, subrayó.
Asimismo, a medida que el mercado se desarrolle, surgirán nuevas aplicaciones en el acero, el transporte marítimo y la aviación, junto con el establecimiento de centros de hidrógeno.
“Estos centros pueden abrir una oportunidad para aumentar el uso y la producción de hidrógeno para las necesidades nacionales, al tiempo que brindan la oportunidad de exportar combustibles basados en hidrógeno, así como materiales producidos con hidrógeno de bajas emisiones, como el hierro en briquetas calientes, lo que permite a los países que hoy son grandes exportadores de mineral de hierro, como Brasil, desarrollar nuevas capacidades industriales y escalar en la cadena de valor”, agrega el informe.
Del mismo modo, apuntó que un enfoque gradual para el suministro en la región, comenzando con proyectos de menor escala, ayudará a mitigar los riesgos, reducir la inversión de capital y proporcionará una valiosa experiencia para la ampliación en el futuro.
Pero destacó que la planificación y el desarrollo de infraestructuras, especialmente en proyectos a largo plazo como la transmisión de energía, deberían comenzar de inmediato para apoyar la futura producción de hidrógeno.
Seguirá siendo el hidrógeno limpio más caro
La AIE destaca que la producción de hidrógeno de bajas emisiones, o hidrógeno “verde”, es un sector emergente a nivel global, por lo que sus costos de producción continúan siendo una incertidumbre, de manera que la Agencia revisó al alza los costos de los electrolizadores para la elaboración del informe.
“La evolución futura de los costos dependerá de numerosos factores, como el desarrollo de la tecnología y, en particular, del nivel y el ritmo de implantación”, consideró.
Sin embargo, en sus proyecciones, la Agencia estima que el costo de la producción de hidrógeno a partir de las energías renovables podrá bajar entre 2 y 9 dólares por kilogramo de hidrógeno (USD/kg/H2) para 2030, que representaría la mitad del costo actual.
“Con el despliegue observado en el Escenario de Cero Emisiones Netas para 2050 de la AIE (Escenario ENZ), el costo de la producción de hidrógeno de bajas emisiones a partir de electricidad renovable cae a 2-9/kg H2 para 2030, la mitad del valor actual, con la brecha de costos con la producción de origen fósil que no disminuye de 1.5 a 8 USD/kg/H2 hoy a 1-3 USD/kg/H2 para 2030”, calculó.
También consideró que niveles de implementación en el escenario de políticas establecidas, que considera solo las políticas existentes, significan que el rango de costos caería solo alrededor de 30 por ciento.
Al respecto, estima que en la medida en que los precios del gas natural caigan en muchas regiones, la producción de hidrógeno de bajas emisiones a partir de gas natural con CCUS también experimentará reducciones de costos.
Gobiernos aumentan demanda, pero los FID están por debajo
El informe de la Agencia encontró que las políticas y los objetivos para la demanda de hidrógeno establecidos por los gobiernos sumarán alrededor de 11 Mt en 2030, casi 3 Mt menos que el año pasado debido a las revisiones a la baja de algunos objetivos para el uso de hidrógeno en la industria, el transporte y la generación de energía.
Sin embargo, explicó, la cantidad de producción de hidrógeno de bajas emisiones que ha tomado FID, que suma 3.4 Mt/a, o que ya está operando, es decir, 0.7 Mt/a, a 4 Mt/a, está muy por debajo de ese nivel.
“La brecha constituye un llamado a la acción para que la industria y los gobiernos faciliten acuerdos de compra que puedan ayudar a desbloquear la inversión en el lado de la oferta”, expresó.