México está frente a la oportunidad de poder reducir en 24 billones de pesos (bdp) los costos que genera la infraestructura relacionada con el transporte urbano de pasajeros para el año 2050, además de disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que este sector produce a un nivel consistente con los compromisos en el Acuerdo de París, encontraron organizaciones e instituciones.
Este monto, agregaron, incluiría 4 bdp que obtendrían los gobiernos federal, estatales y municipales.
El Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP) México, con apoyo de la organización no gubernamental Sostenibilidad Global y el Colegio de México (Colmex), elaboró y en conjunto presentaron este día el estudio “Ciudades compactas y electrificadas: México”, el cual plantea la importancia de reestructurar las políticas de transporte y uso del suelo para priorizar el movimiento de personas.
El documento destaca que esta reestructuración implica incentivos para la electrificación de vehículos, la planeación de ciudades compactas con usos mixtos, así como la reasignación del espacio vial y las inversiones en infraestructura que priorice modos de movilidad sustentable.
Para lograr esto, el estudio plantea cuatro posibles escenarios para el transporte urbano de pasajeros en el país, que son:
- Escenario base: en el país se sigue la tendencia actual de un crecimiento lento en la utilización del transporte público y los viajes a pie y en bicicleta, combinada con el rápido crecimiento del uso del automóvil privado y la electrificación gradual de vehículos.
- Electrificación (únicamente): la sustitución, lo más rápido posible, de los vehículos de combustión interna por otros eléctricos, con el objetivo de alcanzar, en 2050, el 100 % de las ventas de vehículos nuevos.
- Cambio modal (únicamente): la rápida transformación de las prioridades de planificación urbana, a favor del uso compacto del suelo, el transporte público y los viajes a pie y en bicicleta para evitar que siga aumentando la utilización de automóviles privados.
- Electrificación + Cambio modal: La combinación de los dos escenarios anteriores.
Los cuatro escenarios tienen como base los datos de 2015 y consideran las necesidades de infraestructura y los costos directos para lograr las metas.
Estos escenarios, a su vez, plantean cada uno cinco necesidades, que son el Porcentaje de vehículos ligeros nuevos eléctricos; Carriles construidos de carretera en kilómetros; Kilómetros construidos en vías para el Metro; Carriles construidos para autobuses de tránsito rápido, y Carriles construidos de ciclovías protegidas.
De acuerdo con el estudio, los dos primeros escenarios –el que no plantea ningún cambio y el que solo implicaría electrificación— requieren recursos públicos significativamente mayores con respecto a los dos siguientes, unos 5 billones de pesos.
Y es que destaca que en el renglón de los carriles construidos en carreteras, los primeros tendrían requerimientos del orden de los 140,000 millones de pesos para el periodo del estudio, mientras que los escenarios Cambio modal 2050 y Electrificación + cambio modal necesitarían solo 25,000 millones en cada uno.
Necesidades de infraestructuras y costos públicos directos por escenario
(2015-2050)
(Fuente: “Ciudades compactas y electrificadas: México”)
Menores emisiones con electrificación y cambio modal
El estudio de las tres organizaciones también demuestra que las emisiones en el sector del transporte público serían menores en el escenario cuarto que implicaría la electrificación vehicular más el cambio en la modalidad.
El acumulado en el periodo estudiado sería de 1,600 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (CO2e), 600 millones menos en comparación con el escenario base y 200 con respecto al de Cambio modal únicamente.
Emisiones del transporte de pasajeros acumulativas
(Asumiendo la máxima velocidad de descarbonización de la red eléctrica)
(Fuente: “Ciudades compactas y electrificadas: México”)
Estos resultados se suman a diversos estudios que demuestran que, para alcanzar los compromisos del Acuerdo de París, México requerirá tanto de la electrificación completa de vehículos como de un cambio en los patrones de movilidad a favor del transporte público y la movilidad no motorizada.
“No basta con que la electrificación o el cambio modal se den al ritmo más rápido posible, si cada uno avanza de manera independiente del otro; sólo con la implementación complementaria de ambas estrategias, México logrará reducir las emisiones de GEI lo suficientemente rápido como para mantener el calentamiento global por debajo de 1.5 °C
Las instituciones también advirtieron que si bien las ciudades mexicanas presentan un alto uso del transporte público, esta situación se ve amenazada por el rápido crecimiento del uso del automóvil privado, así como por la asignación inequitativa del espacio vial y la infraestructura actual de las calles.
Por ello, recomiendan que, para alcanzar el escenario Electrificación + Cambio Modal, México debe invertir en la mejora de la infraestructura existente para el transporte público e impulsar la movilidad a pie y en bicicleta.
De manera paralela, agrega, debe reasignar el espacio vial, financiar el transporte público y evitar nuevas inversiones en infraestructura centrada en el automóvil.
Durante la presentación del documento, Isabel Studer, presidenta de Sostenibilidad Global, subrayó que el estudio muestra la ruta para cambiar hacia un transporte más sustentable.
“Este estudio pionero aporta datos contundentes para sustentar el desarrollo de políticas de transporte urbano que nos conduzca a una nueva era de movilidad sostenible para todos y nos permita reducir las emisiones de carbono, mejorar la calidad del aire, el presupuesto público y la vida de las personas. Nos ofrece una ruta de cómo transitar hacia este necesario cambio sistémico, al combinar políticas que atiendan múltiples retos a la vez, desde la electrificación de los autos hasta el cambio modal y el rediseño urbano”, expuso.
Por su parte, Gonzalo Peón, director ejecutivo del ITDP, expresó su deseo de que lo que se plantea en el estudio se traduzca en política pública y decisiones de inversión, promoviendo un cambio en el sector transporte y en la planificación de ciudades que necesita México.