De acuerdo con las estimaciones presentadas en el Plan Estratégico 2025-2035, este año Petróleos Mexicanos (Pemex) debe pagar aproximadamente cinco mil 100 millones de dólares de deuda financiera, pero el año entrante, la cifra se dispara a alrededor de 18 mil 700 millones de dólares, el monto más alto previsto para la empresa al menos hasta 2040.
“El objetivo de la Estrategia es asegurar que Pemex cuente con los recursos necesarios para su operación, preservar la estabilidad de su cadena de suministro y reducir su dependencia de financiamiento de corto plazo. Para ello, el respaldo del Gobierno Federal es un elemento clave, mediante los esquemas financieros diseñados e implementados conjuntamente por SHCP, Sener y Pemex”, señala el documento.
En el Plan, las Secretarías de Energía (Sener) y de Hacienda y Crédito Público (SHCP), junto con Pemex señalaron que está en ejecución un esquema conjunto de manejo de pasivos, que busca suavizar el perfil de vencimientos y los intereses de la deuda, con el objetivo de mitigar el riesgo de refinanciamiento en el futuro.
Para ello, el esquema prevé actividades de financiamiento de largo plazo que permitirán reducir las presiones por vencimientos en los próximos años, a través de refinanciamiento que trasladen las obligaciones a años en los que la empresa no tenga una carga financiera tan grande y le permita gestionar de forma eficiente el flujo de efectivo.
Para ello se rediseña el calendario de vencimientos con el objetivo de que los pagos de los intereses de la deuda se distribuyan mejor y estén alineados al modelo de negocio de largo plazo de la empresa.
“Esto da mayor previsibilidad presupuestaria y una mejor sincronización con los ingresos operativos esperados”, señala la compañía.
Las medidas, abundan las dependencias, no solo atenúan las presiones de liquidez en los próximos años, sino que refuerzan la posición financiera de Pemex en los mercados, contribuyendo a una transición ordenada hacia fuentes de financiamiento más estables y sostenibles.