La calificadora Moody’s elevó a ‘AAA.mx’ de ‘AA+.mx’ la calificación de deuda senior quirografaria de largo plazo de diversos certificados bursátiles de Petróleos Mexicanos (Pemex) en moneda local.
Este miércoles, Moody’s modificó al alza la nota de los instrumentos PEMEX 12U, PEMEX 14U, PEMEX 14-2 y PEMEX 15U con perspectiva estable.
“La perspectiva estable refleja la expectativa de Moody’s Local México de un amplio respaldo del gobierno federal durante los próximos 12 a 18 meses, en caso de que Pemex enfrente una situación de estrés en virtud de su importancia estratégica para el desarrollo económico y la estabilidad social del país”, dijo la agencia.
Esta modificación se dio unos días después de que Moody’s informara que revisaría para su mejora las calificaciones de la petrolera del Estado, luego de que el gobierno mexicano diera a conocer el Plan Estratégico para esta empresa para el periodo 2025-2035.
En el Plan, cabe recordar, se contempla la implementación de un vehículo de inversión por 250 mil millones de pesos para apuntalar proyectos de Pemex y apoyarla financieramente en algunas de sus obligaciones.
En un comunicado emitido este miércoles, Moody’s explicó que la calificación al alza está sustentada en las recientes transacciones financieras realizadas por el soberano para fortalecer la liquidez y facilitar el refinanciamiento de la deuda de corto plazo de Pemex.
Igualmente, añadió, refleja los avances de Pemex en el aumento de la capacidad instalada de sus activos de refinación y la contención de la caída de las reservas.
Pemex debe liquidar más de 500 mil millones de pesos en deuda de corto plazo antes de marzo de 2026, pero debe cubrir al menos más de 414.8 mil millones antes de que termine el presente año.
Asimismo, tiene otro vencimiento de deuda financiera por otros 18.7 mil millones de dólares el próximo año.
Pero hay riesgos
En su comunicado, Moody’s advirtió que persisten algunos riesgos que podrían hacer que disminuya su calificación para Pemex.
Al respecto, mencionó un “cambio significativo” en la política energética de México que “sugiera” una menor probabilidad de respaldo financiero, además de una caída “relevante” en el precio de la mezcla mexicana de exportación de petróleo crudo que impacte “de manera sostenida” en los ingresos de Pemex.