Los eventos de discontinuidad en el abasto de gas natural o de fuertes aumentos en su precio pueden surgir de forma inesperada y transitoria, o corresponder a reacomodos profundos en las estructuras de la oferta y la demanda. En el corto plazo, de manera coyuntural, las causas varían desde accidentes en la infraestructura de producción o de transporte hasta variaciones estacionales que disparen la demanda. Los casos de menor probabilidad son los de carácter político o de boicot a las redes, pero pueden augurar cambios estructurales.
Hasta ahora la respuesta que México ha dado a estos eventos, cuando son de poco volumen y corta duración, se resuelven usando la poca flexibilidad con la que cuenta el sistema energético nacional, además de la aplicación de recortes de suministro a los consumidores. Cuando los eventos conllevan interrupciones de mayor volumen, como en enero de 2021 cuando fallaron las importaciones desde Texas, el sistema responde con reacciones conforme a lo que permitan las circunstancias que, aunque hasta ahora han logrado sortear las crisis, han tenido altos costos directos e indirectos.
A diferencia de los eventos de corto plazo, los de mediano y largo plazo, de carácter estructural en la oferta y demanda del gas natural, se resuelven con amplias medidas de adaptación a la escasez o a las fallas repetitivas e impredecibles del sector.
Es ya de conocimiento común que en México el gas natural se ha convertido en un satisfactor crítico, indispensable para el funcionamiento de la economía y de la sociedad. El riesgo de desabasto de carácter coyuntural aumenta con la demanda creciente, con las ineficiencias y accidentes, con los reacomodos en los mercados. Otros eventos que podrían disminuir el abasto oportuno de gas natural a los usuarios finales en México son:
- Demanda de gas natural por encima de la programación de volúmenes contratados o de las capacidades disponibles en los sistemas de transporte.
- Paros no programados en el transporte de gas natural.
- Disminuciones en la extracción y procesamiento nacional de gas natural.
- Insuficiencias en los volúmenes programados de gas nacional en los puntos de inyección.
- Decisiones operativas de transportista que afecten el flujo del gas a un punto de entrega.
- Daños causados por ataques a las redes de gasoductos.
Un manejo casuístico de las crisis de abasto será cada vez más complejo y costoso. Por ello debe reconsiderarse la estrategia de seguridad energética para hacer frente de manera más eficiente y predecible a las insuficiencias coyunturales y estructurales en el suministro de gas natural o en su precio, e inclusive poder preparar nuevas estrategias en caso de eventos de desabasto sintomáticos de cambios estructurales que se aproximan.
“Un manejo casuístico de las crisis de abasto será cada vez más complejo y costoso”.
La batería de soluciones con las que debe contar México habrá de contener la variedad de medidas e instrumentos, cuidadosamente coordinados, para responder adecuadamente a cada caso. No basta con imaginar que pronto iniciaremos la construcción de grandes cavernas salinas o la adaptación de yacimientos depletados para almacenar inventarios que cubran varios días de consumo de gas natural.
Las medidas deben permitir: Una mayor flexibilidad para redirigir flujos de gas natural en la red nacional de transporte; La diversificación de los principales puntos de inyección de gas natural al sistema; Acuerdos bilaterales con EE. UU. y contratos de importación que prevean mínimos de suministro de fuentes alternas, aún en casos de accidentes o contingencias aguas arriba; Almacenamiento de gas natural en diversos puntos del país a fin de hacer frente a insuficiencias de suministro con inyecciones que converjan hacia los puntos de mayor afectación; Adquisición de coberturas de precios de gas natural; Desarrollo en México de yacimientos de gas seco pequeños y medianos que reciban pago por mantener capacidad disponible que aumente su nivel promedio de extracción cuando aparezcan situaciones de desabasto; Mantener en condiciones operativas las terminales de importación de GNL; Actualizar con frecuencia las estimaciones oficiales prospectivas de demanda de gas natural a corto y largo plazo, alineadas al PLADESE y al avance de la política energética; Contar con información pública en tiempo real, a nivel regional, sobre la disponibilidad de gas natural y su precio en mercados secundarios; Revisar las regulaciones de racionamiento de gas natural a fin de que consideren los efectos de las interrupciones en los costos de producción industriales y así de evitar en lo posible los daños a la economía; Adaptar plantas eléctricas y actividades industriales a la dualidad energética que pueda recurrir a inventarios sustitutos que cubran el déficit de gas natural.
Medidas a adoptar:
Cada uno de los puntos mencionados y la coordinación entre ellos amerita estudios especializados que deben realizarse a la brevedad. El marco legal y regulatorio actual permite hacer una revisión más profunda de la estrategia de seguridad energética para incluir medidas de mayor efectividad en la mitigación de riesgos de desabasto de gas natural.
El actual marco legal, regulatorio e institucional de políticas públicas y de planeación en el sector energético de México se orienta hacia un mayor control del Estado. El primero de los Objetivos del Programa Sectorial de Energía 2025-2030 es “Fortalecer la autosuficiencia, soberanía y seguridad energética, a través de la planeación energética vinculante …”. la Estrategia 1.2. abunda en que se debe alcanzar una producción nacional de gas natural de hasta 5,000 MMpcd; Establecer las interconexiones entre los sistemas de transporte de particulares, CFE y SISTRANGAS; Dotar al CENAGAS de las atribuciones para recopilar la información del mercado de gas natural; Crear la infraestructura para el almacenamiento estratégico de gas natural, mediante inversiones públicas o asociaciones estratégicas, para fortalecer la seguridad y soberanía energética nacional.
La Ley del Sector Hidrocarburos (artículos 117, 128, 158, 159) da a la SENER y a la Comisión Nacional de Energía las facultades para alcanzar los objetivos sectoriales, sobre todo en seguridad energética. Por su parte, CENAGAS es el responsable de coordinar el desarrollo de la infraestructura de almacenamiento estratégico de gas natural y de constituir un inventario operativo tanto en infraestructura existente, como en nueva infraestructura.
Las medidas para mitigar las insuficiencias en el abasto de gas natural deben contar con una estrategia de soluciones que correspondan con los riesgos que corre la economía del país.
Las opiniones vertidas en la sección «Plumas al Debate» son responsabilidad exclusiva de quienes las emiten y no representan necesariamente la posición de Energía a Debate, su línea editorial ni la del Consejo Editorial, así como tampoco de Perceptia21 Energía. Energía a Debate es un espacio informativo y de opinión plural sobre los temas relativos al sector energético, abarcando sus distintos subsectores, políticas públicas, regulación, transparencia y rendición de cuentas, con la finalidad de contribuir a la construcción de una ciudadanía informada en asuntos energéticos.
Transporte y Logística
Tecnología e Innovación
Sustentabilidad
Responsabilidad Social
Crisis Climática
Pobreza Energética
Revista

Infografías
















