Chava Flores fue un prolífico autor mexicano de canciones llenas de crítica social. Una de ellas es ¿A qué le tiras cuando sueñas, mexicano?
Y parece que podríamos cambiar el mexicano por Secretaría de Hacienda. La semana pasada, la dependencia que dirige Rogelio Ramírez de la O dijo que el año entrante la plataforma petrolera del país en 2024 alcanzaría 1.914 millones de barriles diarios.
Los números no dan por ningún lado. De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, la producción de Pemex, que es la única que puede integrar por ley el gobierno federal en los Precriterios Generales de Política Económica, se ubicó en 1.441 millones de barriles, nos faltarían 500 mil, una cifra que no se alcanza en un año.
Pero la dependencia, que tiene su sede en el mismo palacio donde despacha el Presidente de la República, le puso letras chiquitas: en este cálculo, los 1.9 millones de barriles, se incluyen los condensados -que no son petróleo y que no se venden al mismo precio ni en el mismo mercado- y la producción de privados.
La Ley de Hidrocarburos vigente establece que los privados tienen libertad para comerciar el petróleo que extraigan de la manera que mejor les parezca, es decir, la pueden exportar o se la pueden vender a Pemex, a cambio de una contraprestación que pagan al gobierno federal.
Para acabar pronto, los cálculos de Hacienda disfrazan una caída persistente en la producción de petróleo crudo, misma que han querido ocultar desde el estrado de las mañaneras.
¡Soñar no cuesta nada… que ganas de soñar!, decía Chava Flores.
Alto costo
Preocupante el costo que está representando el “rescate” del sector energético para el país, una apuesta que hasta el momento no ofrece muchas garantías para el desarrollo del país.
Resulta que para 2022, el gobierno federal destinó más de la mitad del presupuesto federal para infraestructura únicamente a nuestra empresa estrella, orgullo del nacionalismo mexicano, es decir, Pemex.
De los 39,259 millones de dólares presupuestados para el año pasado, la petrolera estatal “se comió” el 56.4 por ciento, es decir, unos 22,142 millones. Para dimensionar, para el mismo año, el sector salud recibió para infraestructura tan solo 2.1 por ciento, esto es, 824.4 millones de dólares, según se desprende de datos dados a conocer por la consultora Kearney.
En moneda nacional, Pemex recibió 398,912.5 millones de pesos, mientras que Salud apenas logró 14,852.4 millones.
Cabe recordar que en febrero pasado, la Auditoría Superior de la Federación reveló que para 2021, la construcción de la refinería Olmeca, en Dos Bocas, Tabasco, ya había engullido 2.6 veces el presupuesto originalmente destinado para dicha obra.
Si todo sale bien, y al paso que vamos, tendremos un sector energético poderoso, pero en un país empobrecido.
Otro ultimátum
La semana pasada nos enteramos que en el Norte sigue sin gustar la política energética mexicana, pues preparan un ultimátum para que la 4T cambie la estrategia y respete las reglas establecidas en el TMEC.
Sabemos de sobra que eso no va a pasar, el problema es que si México ignora las solicitudes, todo se resolverá en el arbitraje Internacional, donde sabemos que México no tiene oportunidades de ganar. El tiempo pasa y habrá que ver las consecuencias para el país si no hay un golpe de timón a la política energética nacional.