Estamos en la era de la Tabla Periódica en la que Latinoamérica va a jugar un papel importante en la transición energética mundial, pero las reservas de minerales no serán suficientes para cubrir la demanda para lograrlo, advirtió esta mañana Alicia Valero, directora del Grupo de Investigación de Ecología Industrial del Instituto CIRCE, España.
Durante su ponencia en la mesa “Seguridad de abastecimiento de minerales estratégicos para la transición energética” del IV Foro de Energía organizado por la Universidad Anáhuac, también aseguró que con el cambio de energía fósil a una transición ecológica, el mundo pasará de una dependencia de los hidrocarburos, a una multi-dependencia de recursos minerales, principalmente de unos 14.
“Una central térmica convencional por gigawatt producido necesita, para su instalación, aproximadamente 25 veces menos materiales que el equivalente de un parque fotovoltaico”, expuso la también profesora asociada de la Universidad de Zaragoza.
“Pero lo más preocupante es que no solo aumenta la cantidad, sino la variedad de elementos”, sentenció y agregó que estos, además, son escasos.
En este mismo sentido, Valero dijo que un auto eléctrico es “una auténtica mina con ruedas”, en referencia a la cantidad de elementos y minerales que contiene.
“Al 2030, al 2050, será la era de la Tabla Periódica. Vamos a utilizar todos los elementos de la Tabla Periódica”, subrayó.
De acuerdo con la investigadora, los principales elementos en los que se sostiene la transición ecológica a nivel mundial son plata, cadmio, cobalto, cromo, cobre, galio, indio, litio, manganeso, níquel, plomo, platino, telurio y zinc, la mayoría de ellos en América Latina.
“(Son) elementos esenciales de la transición ecológica y que si no se descubren nuevos yacimientos, tal y como nos hemos planteado la transición, va a ser imposible de llevar a cabo”, alertó.
Picos de producción de litio
En específico, Alicia Valero presentó las proyecciones en los picos de producción de litio a nivel mundial. Al ritmo actual, el máximo se alcanzará en el año 2032, con un cálculo de reservas “menos optimistas” de unos 31 millones de toneladas.
“El pico nos habla que en 2032 se alcanzará la producción máxima y que a partir de entonces empieza a declinar la producción”, apuntó.
Según estudios realizados por ella misma y su equipo de trabajo, si las previsiones son más optimistas, el pico se desplazaría al año 2037.
Ahora bien, si en vez de reservas se catalogan como recursos, es decir, se considera una mejora de la tecnología para su extracción o un aumento en los precios del litio, el pico se desplazaría solo 12 años al 2049.
Aún más, si se duplicasen esos recursos –“algo prácticamente imposible”, comentó–, ese máximo en la producción se desplazaría apenas al 2060.
Y, por último, si se buscase en el mar, el pico se ubicaría en el año 2078.
“Literalmente devoramos lo que hay en la corteza en muy poco tiempo. No planteamos si es éticamente posible de ir a explotaciones a la Amazonía, a los Polos, etcétera, para alargar la agonía de quince, veinte años”, expresó al respecto.
Previsiones de producción de litio a futuro
América Latina, exportador neto de materias para la transición
En su ponencia, la profesora Valero destacó que la transición ecológica mundial depende en mucho de las materias primas que se extraen de Latinoamérica; sin embargo, la región no se beneficia de sus exportaciones, mientras que China ha acaparado los recursos naturales del planeta porque se ha convertido en “la fábrica del mundo”.
Por el otro lado, señaló, Europa se encuentra en una situación muy vulnerable porque “no ha podido, o no ha querido” explotar sus recursos, lo que la ha hecho depender de las materia de América y de los productos chinos.
“Si América cierra el grifo de la plata, del niobio, etcétera, hay un problema mundial gravísimo y en Europa seremos uno de los principales perjudicados”, volvió a advertir.
En este punto criticó la política de muchos países que no desean las actividades extractivas en sus territorios, pero sí disfrutan de los bienes y productos derivados de esas actividades.
“Que se vayan las fábricas y la extracción a otros países, pero eso tiene un doble filo, lo vemos ahora con la guerra en Ucrania”, dijo en relación con la crisis energética que vive la eurozona ante la falta de gas por el conflicto bélico desatado por Rusia en territorio ucraniano.
En cuanto a China, Valero subrayó que está concentrando la producción mundial. “Si no tiene las minas, pues la compra a Latinoamérica, África e incluso a Australia, o compra el concentrado de esas minas, por ejemplo, el concentrado de cobre en el cual además obtiene elementos preciosos que puede sacar un valor añadido muy superior”, refirió.
De su lado, reiteró, la región latinoamericana no se ve beneficiada de esta situación. “Los beneficios que obtiene Latinoamérica por vender –o mal vender, diría yo– sus materias primas no compensan toda esa pérdida de capital mineral que está teniendo año tras año por esa explotación exponencial, por el hecho de que en el futuro se va a necesitar mucha más energía para extraer la siguiente unidad de unas minas que están cada vez más degradadas”.