La deuda total de Pemex con sus proveedores ascendía a los 73 mil 629 millones de pesos a julio de 2023, entre obligaciones ya facturadas y trabajos y materiales por facturar. Este monto tenía comprometido como mes de pago agosto pasado.
Sin embargo, documentos internos de Pemex recientemente publicados por Latinus revelan que la petrolera bajo la dirección de Octavio Romero Oropeza ha tenido problemas con el pago a por lo menos tres empresas proveedoras, por lo que Oropeza solicitó al secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, una reunión urgente ya que, según advierte, “la situación se complica cada día”.
Se trata principalmente de la empresa de origen norteamericano Hokchi Energy la cual en oficio del 13 de septiembre, reclama el pago por 150 millones 717 mil dólares al 1 de ese mismo mes, los cuales se elevaron a los 187 millones (unos 3 mil 553 millones de pesos) por conceptos de adeudos vencidos por servicios y trabajos para la subsidiaria Pemex Exploración y Producción (PEP), más pago de intereses y costos financieros.
De acuerdo con números de Pemex, al final de julio la empresa estatal debía a Hokchi un monto por 1 mil 811 millones 776 mil pesos en dos contratos.
En una misiva enviada al secretario de Hacienda con fecha del 18 de septiembre pasado, Romero Oropeza también expresa su preocupación porque en este mismo mes vence un bono de deuda internacional de mil 110 millones de dólares, un compromiso que prevé el funcionario “nos deja en posición de caja muy comprometida y que nos impedirá pagarlos a nuestros proveedores por lo menos este sexto mes de adeudos vencidos”.
El valor de dicho bono representa casi 1 por ciento de la deuda total de la petrolera, que asciende a los 110 mil 500 millones de dólares.
Pero Pemex también arrastra un adeudo con la firma también norteamericana Baker Hughes que llega a los 308 millones de dólares (5 mil 852 millones de pesos, aproximadamente) en facturas vencidas.
Latinus recordó que esta firma estuvo vinculada con el caso llamado la “Casa Gris” en donde estuvo involucrado el hijo del presidente de la República, José Ramón López Beltrán.
En una misiva también enviada al director general de Pemex, el representante de la norteamericana en México, Jesús Rosas, lamentó que ya no se realizan las reuniones mensuales con las áreas de Administración y Finanzas de Pemex, situación que limita la capacidad para hacer las proyecciones de los recursos por recibir.
Por último, Romero Oropeza notifica a la Secretaría de Hacienda que la empresa de transporte ferroviario Ferromex suspendió el servicio de desalojo de combustóleo de las refinerías de Tula, Hidalgo, y de Salamanca, Guanajuato, por falta de pago, cuyo adeudo asciende a los 317 millones de pesos.
La alternativa, plantea el directivo, es el uso del servicio de pipas especializadas con carrotanques para poder transportar el energético a la temperatura adecuada.
Especifica que por la especialización de ese medio de transporte, la capacidad es limitada a 12 mil y 14 mil barriles, cuando la refinería de Tula produce 130 mil barriles diarios de combustóleo.
En cuanto a la planta de Salamanca, Romero Oropeza alertó que, de no contar con salidas por ferrocarril, esa refinería dejará de procesar crudo el próximo lunes 25 de septiembre.
Esto, añadió, pondrá en riesgo el abasto de combustibles a la zona del Bajío, especialmente de turbosina para el aeropuerto de la ciudad de Guadalajara, Jalisco.
A julio de este año, Pemex reportó pago a proveedores por 247 mil 739 millones 470 mil pesos.