El mercado energético europeo está tenso, lo quebha provocado un alza en el precio del gas natural en Europa, alcanzó más de 40 euros por megawatt hora.
El incremento en el valor del hidrocarburo fue producido debido a las noticias de paros parciales en el Mar Mediterráneo oriental, a lo que se suman las posibles huelgas en instalaciones de exportación de gas en Australia.
Sin embargo, de acuerdo con Norbert Rücker, jefe de Economía e Investigación de Next Generation, Julius Baer, el nerviosismo parece ser injustificado dada la sólida situación de suministro.
“Europa está bien preparada para el invierno. Los almacenes están llenos hasta el tope, y aunque el mantenimiento inesperadamente pronunciado en Noruega y la disminución de los flujos relacionados evitaron el desborde del almacenamiento el mes pasado, tal escenario aún no se puede descartar en las próximas semanas antes de que aumente la demanda de calefacción y se reduzcan los niveles de almacenamiento”, señaló el especialista.
El exceso de suministros se almacena en los enormes sitios de almacenamiento en el oeste de Ucrania, proporcionando un amortiguador adicional para la seguridad, añadió.
Por otra parte, la demanda europea de gas natural mantiene su estatus cíclico y estructuralmente algo deprimida, con el crecimiento de las energías renovables compensando la quema de combustible en las centrales eléctricas y con la demanda de productos químicos básicos y bienes de la industria pesada parcialmente satisfecha mediante un aumento de las importaciones. Por ejemplo, el aumento de las mega refinerías en China incrementó la competencia a nivel mundial por productos químicos básicos.
Mientras tanto, los compradores asiáticos de gas natural, que compiten con Europa por los suministros, siguen manteniendo sus compras en niveles bajos, ya que las fuentes de energía alternativas, como el carbón, la energía nuclear o las energías renovables, son más abundantes, abundó el experto.
“Además, la disponibilidad global de gas natural licuado mejora de manera incremental con algunos nuevos proyectos que ingresan al mercado, incluido el del Ártico ruso. Europa puede depender de los mercados globales para compensar completamente el déficit de Rusia, al igual que lo hizo el año pasado, pero esta vez sin pagar precios excesivos”.