Pese al rebote económico de este año, el consumo de gasolina en el país es menor al resultado de 2020.
De acuerdo con datos de Petróleos Mexicanos, en los primeros 11 meses del año se vendieron 564 mil 700 barriles diarios del combustible, contra 568 mil registrados en el mismo periodo del año anterior.
En ambos años, la compra de gasolina en el país se ha mantenido por debajo de los niveles de 2019, periodo previo a la pandemia, pero la recuperación de la movilidad de forma parcial y el rebote económico no alcanzaron para que el consumo del combustible superara las estadísticas del año anterior.
En el reporte, Pemex señala que la caída en la venta se concentra en la gasolina premium, es decir, la de alto octanaje.
En promedio, en el país se consumieron 122 mil 700 barriles diarios de este producto, lo que representó una baja de casi 10 mil barriles diarios en relación con el año previo.
Entre la primera quincena de diciembre y el mismo periodo del año anterior, el precio del combustible de alto octanaje presenta un incremento de 22 por ciento, mientras que la gasolina magna se encareció casi 15 por ciento en el mismo lapso, de acuerdo con datos del Inegi.
El incremento en los precios de la gasolina fue resultado de la recuperación del precio internacional del petróleo, que en sus momentos más altos del año rebasó los 80 dólares por barril, una cifra no vista en los últimos 10 años.
Además, el año entrante el monto máximo del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicado a los combustibles subirá 7.37 por ciento, en línea con la inflación de la primera quincena de diciembre.
Durante su campaña, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se comprometió a reducir el precio de los combustibles, discurso que modificó una vez que llegó a la presidencia, cuando aseguró que el precio de la gasolina no iba a subir “en términos reales”, es decir, por encima de la inflación anual.