Redacción / Energía a Debate
Las exportaciones de gas licuado de petróleo (gas LP), concretamente de propano, de Estados Unidos hacia México se duplicaron durante la presente década, al pasar de los 50 millones de barriles diarios (mmbd) registrados en el periodo 2004 a 2010, a 100 mmbd para 2016.
A partir de ese último año, dichas exportaciones aumentaron a los 125 mmbd con picos que alcanzaron los 200 mmbd en 2018 y 2019, de acuerdo con cifras de la Agencia de Información Energética de Estados Unidos (AIE).
“La nueva era de desregulación en México coincidió con la producción record de Estados Unidos de petróleo crudo y de líquidos del gas natural, y el surgimiento de los gases licuados de petróleo (GLP) –particularmente propano– ha hecho de la Unión Americana un enorme exportador neto del combustible”, dice un análisis publicado por Clifton Linton en el portal de RBN Energy LLC.
(Fuente: RBN Energy)
El artículo explica que, poniendo el ojo en el mercado mexicano de gas LP, los compradores del combustible han estado muy activos en el mercado spot de Belvieu (Texas), así como en los shale de Marcellus/Utica y Bakken, y en el hub de Edmonton, Canadá.
Sin embargo, en el caso particular de México, la falta de infraestructura en ductos –que es la forma más barata de mover el combustible–, ha provocado que 52 por ciento del combustible exportado al mercado mexicano sea por medio de barcos.
“Datos del gobierno de México de 2018 muestran que de los 159 mmbd importados, en promedio, los mayores volúmenes llegaron por barco que sumaron 83 mmbd (51 por ciento) del total. Mucho de eso estaba llegando de los Estados Unidos”, dice el artículo.
Otros 33 mmbd (21 por ciento) fue movido en pipas a través de la frontera México-Estados Unidos, mientras que cerca de 30 mmbd (18 por ciento) llegó por tren”, señala, agregando que “no sorprende que, dado el insuficiente alcance de la red interior de ductos de GLP del país, el propano bombeado represente la porción más pequeña, solo 14 mmbd, o 9 por ciento, del total.
(Fuente: RBN Energy)
Al concentrarse en el manejo del gas propano por tren, se destaca que, hasta antes de que comenzara este año la operación del “tren unitario” (unit train) puesto en línea por Twin Eagle Liquids Marketing, la mayor parte del propano por riel se movía por medio de pequeños grupos de carro tanques. Algunas terminales de recepción podían manejar uno o dos carros al día.
El reto era encontrar una manera para traer grandes volúmenes de propano a las ciudades y regiones del interior del país desprovistas de ductos, como San Luis Potosí, San José Iturbide y Torreón.
“Estos hubs industriales y poblacionales tienen una considerable demanda de productos refinados y de propano. Sus mercados son lo suficientemente grandes para absorber un tren de 100 carros –un tren unitario– de producto, pero hasta ahora, la infraestructura y la economía no estaban en su lugar, ni en Estados Unidos, ni en México, para hacer que eso ocurriera”, asegura el artículo.
Ahonda en que un tren unitario consiste en un convoy de 100 carros, todos los cuales transportan la misma mercancía de un punto de carga a un único punto de destino. “Un carro tanque de GLP típico lleva 30 mil galones (714 barriles) de propano y/o butano, aunque carros más nuevos pueden llevar hasta 33 mil galones”, dice el artículo, y agrega que una de las ventajas es la facilidad de cargar y descargar los carros en poco tiempo.
Empero, existen dos razones por las cuales ha sido difícil adoptar los trenes unitarios para el transporte del gas. Solo hasta mediados de la década de los 2010 ha habido unas cuantas áreas que producen GLP en cantidades suficientes para cargar regularmente los trenes unitarios. En vez de ello, la mayoría de las terminales en América del Norte están hechas para manejar lo que se llama “envíos manifiestos” (unos cuantos carros al mismo tiempo).
Otro obstáculo es que toma mucho tiempo cargar y descargar carros con tanques presurizados y es más complejo que los procesos utilizados para tanques de “propósitos generales”, los cuales, como en el caso del petróleo crudo y el etanol, se ayudan de la gravedad para la carga y la descarga.
Aun con ello, los productores de líquidos de gas natural en regiones con capacidad limitada en ductos de propano, como Bakken Shale, el Oeste de Canadá y recientemente Marcellus/Utica Shale, han explorado y en ocasiones utilizado el envío de producto vía el tren unitario.
En el caso de Bakken, finalmente tiene una terminal que puede cargar trenes unitarios de propano y es el punto de partida de los cuatros trenes ligados con México que ya han hecho el viaje hasta ahora, en la primavera y el verano de este año.
Según el personal de Twin Eagle Liquids Marketing, los trenes unitarios que salen de Fryburg, donde Marathon Petroleum terminó recientemente la expansión de su terminal de carga de trenes unitarios de petróleo crudo, llegan a la terminal ferroviaria de Grupo SIMSA en Torreón, Coahuila, con capacidad de 11 mil barriles.
El camino que recorre el combustible comienza en la terminal de Fryburg, luego la empresa ferroviaria BNSF lo lleva a Eagle Pass, Texas, donde lo entrega a Ferromex, el consorcio privado que opera el sistema de trenes más grande de México, el cual a su vez lo deja en la terminal de SIMSA en Torreón.