Redacción / Energía a Debate
La sustitución de los ductos por pipas para transportar combustibles por carreteras como medida para combatir el robo de hidrocarburos posiblemente ha conservado los ingresos de Petróleos Mexicanos, pero la escasez de gasolinas a largo plazo interrumpe la logística de las compañías que dependen de la cadena de distribución y suministro, advirtió este día Moody’s Investor Service.
En un reporte dado a conocer este martes, la calificadora expuso sus conclusiones respecto al creciente riesgo de la violencia que padece el país para las compañías de los sectores de los hidrocarburos, especialmente Pemex, y el hotelero.
“El aumento de la inseguridad, los robos y las advertencias de viaje dañan la rentabilidad de las compañías mexicanas, y en particular debilitarán los ingresos y los márgenes en los próximos 12 a 18 meses para la industria petrolera y los hoteles y centros turísticos”, citó Moody’s a su vicepresidente, Alonso Sánchez.
La consecuencia, dijo, es que la violencia se convirtió en un riesgo cada vez mayor para la capacidad de las empresas para atender sus compromisos financieros.
“La intensificación de la violencia y la delincuencia en México aumenta la preocupación por los riesgos crediticios, es decir la solvencia para atender sus compromisos financieros relacionados con la seguridad para las empresas y los riesgos económicos para los estados y los municipios”, especificó.
Respecto al robo de combustible, una batalla iniciada por la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador a mediados de diciembre pasado, la calificadora comentó que las ventas de gasolinas en el mercado negro se han vuelto más atractivas para las organizaciones delictivas a medida que se intensifica la lucha de México contra las drogas.
Moody’s también advirtió sobre los riesgos que la violencia representa para los municipios del país.
En este rubro, dijo que las áreas donde el aumento de la violencia pesa sobre la actividad económica puede frenar potencialmente el crecimiento de los ingresos fiscales.
Al considerar que las economías estatales han demostrado ser más resistentes a la violencia que las economías municipales, que dependen de industrias vulnerables, los ingresos a nivel estatal tienden a ser más estables.